3° fecha del torneo de Primera D, el 10 de abril de 1982. Tarde de sábado, tranquila y apacible en la cancha de Barracas Central, hasta que a los 35 minutos del segundo tiempo, el árbitro Humberto Dellacasa (hijo) sancionó un penal para Deportivo Riestra, que buscaba descontar el 1-3 del score ante Sportivo Barracas. Van Thu tomó la ejecución, pero lo contuvo el arquero Forcinitti, aunque adelantándose, por lo que debió ejecutarse otra vez.
Instantes más tarde se repitió la escena. Calcada. Por lo que el juez le mostró la tarjeta amarilla al golero, ordenando que se pateara nuevamente. Entonces la responsabilidad fue para Godoy en lugar de Van Thu. Disparo fuerte y otra vez atajado por Forcinitti, pero con el pequeño gran detalle de haberse adelantado por tercera vez, lo que le valió la expulsión. Para ocupar la valla ingresó su suplente de apellido Oset, quien se colocó en la valla, esperando el tiro de De Bono, quien le intentó colocar al medio y… fue atajado, pero ésta vez como correspondía, con todo el cuerpo sobre la raya. Una escena de película, que no cambió el resultado, pero que ingresó en la historia de los hechos extraños de nuestro fútbol… Hasta la próxima
Con el optimismo que demuestran sus pulgares arriba (que por otra parte era el logo de la radio como puede apreciarse debajo en el centro de la pelota), el plantel de la Oral Deportiva saludaba desde la escalerilla del avión que los estaba a punto de trasladar hacia el mundial de Alemania ’74. Por aquellos años, era el líder absoluto de la audiencia y todo lo que ocurría en las distintas disciplinas, se sabía antes por los micrófonos de Rivadavia. Entre otros grandes colegas están Carlos Alberto Muñoz, Juan José Moro, Horacio de Bonis, Julio César Calvo, José María Muñoz, Dante Zavatarelli, Jorge Bullrich y Horacio García Blanco. Un verdadero dream team.
Más allá de gustos personales, es indudable que José María Muñoz marcó un antes y un después en lo que a periodismo deportivo se refiere. Profesional apasionado, sabía darle su lugar a cada disciplina, para que todas se sintieran representadas en su programa. Nací en 1973 y mis primeros recuerdos futboleros son de fines de los ’70, junto a mi viejo los domingos por la tarde, escuchando Rivadavia. Gracias por aquellas horas, “gordo”! Bien merecida tenías esa Copa del Mundo!
Excelente ilustración de 1983, mostrando como el de la Oral Deportiva era un gran equipo. A un toque y de primera, nos traían la información. Vienen a mi mente dos recuerdos: las victorias de Vilas y Clerc en la voz del querido Juan José Moro desde cualquier lugar del planeta (cuando no era tan fácil comunicarse) y la inmensa alegría por el ascenso de Chacarita en diciembre de 1983 ante Los Andes, un jueves por la tarde, con el relato de Jorge Bullrich. En estos nombres, vaya el agradecimiento y la felicitación por estos primeros 80 años, Oral Deportiva!
Dos avisos en apariencia sin ninguna relevancia, más que el hecho de tratarse del mismo producto con nueves meses de diferencia. Pero en ese lapso, como un embarazo, la empresa Alpartgatas, hacedora de las zapatillas Flecha, parió una sutil modificación en su logo: históricamente apuntaba hacia la izquierda, pero fue direccionado hacia la derecha. ¿Estrategia de márketing o sugerencia del gobierno militar, que no quería ningún vestigio “zurdo”?…
Las zapatillas Flecha marcaron un antes y un después entre los jóvenes argentinos. A mediados de la década del ’60, “Alpargatas” reemplazó el tradicional calzado de cuero, por este modelo de capellada de lona y suela de PVC. En el momento de su mayor esplendor, llegó a producir un ¡millón de pares mensuales! En este “sesentoso” aviso, se pueden apreciar sus virtudes con la inolvidable voz de Ricardo Jurado.
Para que no queden dudas de la identificación de los jóvenes con el producto, valga esta imagen. Fue el auspiciante durante los primeros años de la década del ’70 de un fantástico programa de radio conducido por Juan Alberto Badía titulado: “Imagínate Flecha juventud”. Allí había lugar para la mejor música, la poesía, la ilusión, pero sobre todo, un espacio para poder escapar por un rato de la densa realidad que nos tocaba vivir.
Maravillosa pieza de 1976, con una catálogo de 22 modelos diferentes de calzados Flecha. Como podemos apreciar, había para todos los gustos y colores. Debajo del logo (todavía apuntando a la izquierda) la palabra juventud!, como muchos la recordamos de nuestra infancia
Entre fines de los ’70 y comienzos de los ’80, fue el aluvión de productos importados, con el famoso “deme dos”, como se conocía a los argentinos en Miami y otros centro de consumo por un ficticio dolar barato. La industria del calzado no fue la excepción y Flecha lo sintió, por lo que apuntó a modificar sus modelos y agregarle la palabra jogger, como intención adicional de sumarse a la movida del “aerobismo”, que estaba muy en auge por esa época.
Para 1983, por primera vez desde su creación, Flecha dejó de lado su histórico logo (reduciéndolo apenas al pie del aviso) para tratar de darle preponderancia al nombre. No sabemos como le fue a nivel ventas, pero si que dejó en el recuerdo esta gran publicidad para la televisión, donde sobre el final, un aerosol borra la histórica flecha a modo de hasta luego…
El 1 de octubre de 1960, salió al aire por primera vez Canal 13. Durante gran parte de esa década, tuvo como símbolo a este simpático niño, que siempre vestía la camiseta con el número de la emisora. Hasta para quienes no vivimos esos años, sabemos a la perfección que fue conocido por todos como “Telepibe”. En esta escena se hace bocina con su mano izquierda, aconsejando no cambiar de canal con una frase que fue emblema y que para los que andamos por los cuarenta, aún resuena en nuestros oídos, pronunciadas por un locutor al terminar cada programa como aviso del siguiente: “Quédese en el trece para ver…”.
Los estudios del canal se instalaron sobre la calle Lima (donde aún se encuentran), pero a la vuelta, en la Avenida San Juan 1170, estaba Proartel, que era la productora que lo proveía de casi todos los contenidos. Su dueño era de nacionalidad cubana, con una impronta que marcó al 13 y a buena parte de la televisión argentina: Goar Mestre. Una deliciosa perla del archivo esta imagen del edificio recién inaugurado.
Y si de personas importantes en la historia de la televisión argentina hablamos, allí tiene un lugar reservado Nicolás “pipo” Mancera y sus “Sábados circulares”. Iniciados en 1962 por la pantalla del 9, en enero de 1964 inició sus emisiones por el 13, donde se quedó por 10 años, alcanzando picos únicos de rating, con las mejores estrellas internacionales y un estilo único de conducción, tal como muestra esta foto, donde el genial animador está sentado al pie de una enorme y pesada cámara, donde resalta la sonrisa del “telepibe”.
Los que fuimos pibes en los ’70, teníamos a casi todos nuestros ídolos en la pantalla del 13, como bien señala este aviso de 1972. No sólo el innovador Pipo Pescador y el titán Martín Karadagián estaban allí, sino también el fantástico Carlitos Balá con su show. Los que aún hoy no seguimos sintiendo un poco chicos, eternamente agradecidos con una canción, un toma de catch y un gestito de idea…
El año 1973 fue el último de Goar Mestre al frente de la emisora, ya que en octubre, en medio de una enorme polémica, el gobierno decidió dar por concluidas las licencias de los canales privados (el 9 y el 11 eran los otros). En enero lanzó su programación, donde claramente estaban las mejores figuras, cambiando el slogan: ahora era “Por una televisión mejor” y por eso este magnífico aviso con caricaturas, llamaba a levantar la mano a aquellos que estuvieran de acuerdo. Lo hacían, entre otros Marrone, Porcel, Olmedo, Andrea del Boca, Soledad Silveyra, García Satur, Sandrini, Balá, Arnaldo André, Susana, Mancera, Víctor Sueyro y hasta los tres chiflados y el zorro!
Otro hecho que le dio mucha popularidad al canal fue la transmisión de los partidos de los equipos argentinos en la Copa Libertadores. El martes 27 de marzo de 1973, River y San Lorenzo definieron cual de los dos avanzaba a las semifinales y, como se puede apreciar aquí, pudo verse en directo desde las 20:30 hs. Original y setentosa manera de presentar a los 22 protagonistas…
Tremenda programación de 1974. Algunos títulos fueron perdurando (Telenoche, Noticiero 13, Teleshow) y otros son parte de la historia de la televisión argentina (Odol pregunta, Almorzando con Mirtha Legrand). Llama la atención ver que Olmedo y Porcel tenían dos programas cada uno (El chupete y juguemos con Olmedo – Porcelandia y garrafa, respectivamente). Los “niños prodigio” tenían su lugar (Andrea del Boca en Pinina y su papá, Marcelo Marcote en Martín), también se lucía el genial Tato Bores (dígale si a Tato) y los más chicos nos deleitábamos (Show mágico de Carlitos Balá y este es mi mundo).
El 1 de mayo de 1980 llegó la televisión en colores. Pinky (nadie mejor que ella) le dio la emocionada bienvenida
Cada 27 de agosto es un día de fiesta. La radio cumple años y todos los que amamos este medio, debemos celebrarlo. Un pequeño repaso por algunos programas y figuras ineludibles en una reseña. Comenzamos con el gran Héctor Larrea y un aviso de leyenda: Anunciando en los medios gráficos que el lunes 12 de marzo de 1973 se iniciaba “Rapidísimo” por Rivadavia. Y proponía hacerlo con una sonrisa. La misma que él con todo su equipo le regaló a millones de argentinos por muchos años (sobre todo a los que fuimos pibes en los ’70 y ’80 y nos levantábamos contentos para ir al colegio).
En 1975 el maestro Juan Alberto Badía ya era un consagrado de la radio, pero “Flecha juventud” apuntó y se clavó en el corazón de todos los adolescentes de aquellos duros años. Musica, poesía y sueños se mezclaban cada noche en el aire de Del Plata, como un soplo de aire puro, en medio de una sociedad que ya estaba mostrando los primeros signos de descomposición…
Unos años más tarde, ahora por Mitre, Badía animó los mediodías de verano con “Sintonía 80 en Mar del Plata”. Quizás fue un anticipo de lo que luego sería un clásico: sus envíos desde el “Estudio playa” en Pinamar.
La aparición de Julio Moyano en radio Mitre en 1983 fue una sensación. Y como muestra de ello, esta publicidad donde se puede apreciar el excelente elenco que conformaba la programación: Néstor Ibarra, Juan Carlos Mareco, Enrique Alejandro Mancini y Graciela Mancuso, entre otros. Pero sin dudas, que el equipo de Sport 80 sobresalía claramente, con Víctor Hugo, Marcelo Araujo, Adrián Paenza, Fernando Niembro, el propio Ibarra, Guillermo Salatino, etc. Fue, en mi opinión, el mejor programa deportivo de la historia de la radio en nuestro país.
Desde su llegada en 1981, fue incesante su crecimiento en audiencia y aceptación. Ya en marzo de 1984 (fecha de esta publicidad) era sin dudas, “el dueño de la pelota”. Respaldado por un equipo notable, Víctor Hugo Morales había logrado lo que parecía imposible: quitarle el liderazgo a José María Muñoz.
Como consecuencia de lo que citábamos líneas arriba, Radio Rivadavia decidió incorporar como comentarista principal a Enrique Macaya Márquez. El siempre prestigioso analista, conformó una muy buena dupla con Muñoz, con audiencia fiel en el 630 del dial.
Allá por 1973 el look de los hombres era muy particular, como puede verse en esta imagen. Una moda que ahora es recordada con el término “setentoso”… Ese saco cruzado con rayas y esos gruesos cuellos de camisa, sin duda llevaban a que las chicas que aparecen en el fondo de la foto desbordaran de admiración. Evidentemente, había hombres que vestían sin compasión, como decía el slogan de Modart, clásico negocio de indumentaria masculina, que se mantuvo hasta los ’90.
Por esos años, la sigla PC sólo significaba una vinculación al Partido Comunista y lejos estaba de pensarse que remitiría a una computadora personal. Para teclados, teníamos la maravillosa Olivetti, en este caso el “revolucionario” modelo Lettera, que tenía como principal virtud el hecho de ser portátil. ¿Y que me contás de la frase “máquinas para servir al hombre?
Y volvemos con las “pilchas”…. Camisas Manhattan eran muy conocidas en esos tiempos y ni hablar de su destacado “único con 4 largos de manga”, tal como reza esta publicidad. Como se aprecia en este modelo, bastante entalladas al cuerpo y con un largo cabello, con el look “progre” de los ’70.
Si algo tiene que tener papá es el poder oler bien y para ello, que mejor que una buena colonia, como Vitess, con su simpático estuche. Nací en 1973, por lo que aquel domingo 17 de junio, fue mi primer día del padre. Obviamente no recuerdo el obsequio, pero quizás le haya regalado a mi viejo una colonia Vitess… Prometo consultarlo (?)
Y cerramos con otro clásico de los años ’70: Thompson & Williams, negocio de ropa para hombres que durante mucho tiempo, fue casi el único auspiciante en las canchas de fútbol. Para ese 17 de junio de 1973, tenía una gran idea para el día de papá. Creo que daría cualquier cosa por tener en mis manos ese simpatico paquete en forma de valija del aviso.
Ese día del padre de hace 40 años, fue en el medio del escueto gobierno de Héctor Cámpora. Tres días más tarde, el miércoles 20, se produjo el regreso definitivo de Juan Domingo Perón al país, en una jornda bañada en sangre, que se perpetuó con la denominación de “la matanza de Ezeiza”. Un antes y un después para una sociedad que, de alguna manera, todavía paga sus consecuencias…