Monthly Archives: April 2011

La noticia que conmocionó al mundo: Maradona preso

Eran tiempos de menor cantidad de información y de una sociedad que todavía se sorprendía por noticias que salían de lo cotidiano. Pasaron varios años de aquel viernes 26 de abril de 1991, cuando todos quedamos por un momento paralizados ante la novedad que brotaba por radios y canales de televisión.

El sábado 27, la tapa de Crónica reflejaba el pésimo momento que atravesaban varios famosos y sus familiares.

El Gráfico hizo una amplia cobertura, con duras críticas hacia Maradona. Mantenían una gran disputa, que se amplificó a partir de esta situación. Se arreglaron en 1995.

En un departamento ubicado en el barrio de caballito (Franklin 896), Diego Maradona había sido detenido por tenencia de cocaína, junto a otras dos personas (Ricardo Ayala y Juan Pérez). A partir del hecho concreto, se produjo toda una trama de especulaciones, con vinculaciones con el poder, los medios y varios etcéteras.

Una esquina de barrio, que tristemente ingresó en la historia. Franklin y Rojas en pleno barrio de caballito. En el primer piso, sobre ese toldo rojo, se produjo la detención de Maradona.

Diego estaba en una crisis desde hacía varios meses y la primera señal de alerta pública había sido, poco más de un mes antes, el domingo 17 de marzo, cuando dio positivo su control antidoping en el partido ante el Bari.

El resultado se conoció una semana después y allí finalizó su carrera en el fútbol italiano. Con esa suspensión, regresó ala Argentinay apenas tuvo una aparición pública en la “bombonera”, para presenciar el partido entre Boca y Corinthians porla CopaLibertadores.

Con la vista perdida y sus pensamientos lejos de allí, Diego sale del departamento de la calle Franklin acompañado por un policía de civil. En la calle, la gente lo ovacionaba…

A las 15:37 de aquel viernes negro, el personal de la DivisiónInvestigacionesPatrimoniales del Narcotráfico, ingresó en la vivienda y procedió a la detención, con posterior traslado al Departamento Técnico de Narcóticos, cito en Caseros y Tacuarí.

Saludado por la gente, Maradona llega a los Tribunales. Pasó más de 24 horas allí hasta que logró su libertad bajo fianza.

Maradona luego fue derivado a los viejos Tribunales de la calle Talcahuano, donde pasó todo el sábado, hasta que se pagó la fianza de U$S 20.000 y logró su libertad. Allí fue a su domicilio de Avenida del Libertador y Correa para reencontrarse con su esposa Claudia Villafañe y sus hijas Dalma Nera y Gianina Dinorah, de 4 y 2 años respectivamente en ese oscuro abril de 1991.

Con el pulgar arriba, Maradona retribuye el saludo de la gente agolpada en las puertas de Tribunales. Su manager de entonces, Juan Marcos Franchi, conduce el vehículo en el que también puede verse a Carlos Bilardo en el asiento trasero.

El ostracismo fue su compañero en los meses siguientes. Diego no tuvo apariciones públicas hasta comienzos de agosto, cuando asistió a un partido benéfico que organizó el “pato” Fillol en cancha de Ferro, donde recibió el cálido apoyo popular. Al año siguiente, con la suspensión cumplida, regresó al fútbol en Sevilla, pero algo ya se había roto para siempre. El ídolo inmaculado había bajado del pedestal.


Andre Agassi en Buenos Aires (versión 1988)

Haciendo gala de todo su carisma y con su tan personal look de aquellos años (short de jean, pelos largos), André Agassi sonríe en el court central del Buenos Aires en julio de 1988

El frío de aquel fin de semana de julio de 1988, contrastó con el calor que le puso la final de la zona americana dela Copa Davisentre Argentina y Estados Unidos. Nuestro joven equipo capitaneado por “Tito” Vázquez e integrado por Guillermo Pérez Roldán, Martín Jaite, Javier Frana y Christian Miniussi debía intentar la hazaña de ganarle a los Estados Unidos.

Ellos llegaron con una formación extraordinaria, que nos maravilló a todos: la mejor pareja del mundo (Ken Flach y Robert Seguso), el talento sin límites de John Mc Enroe y la que era la nueva figura del tenis mundial, con su look moderno y desacartonado: Andre Agassi.

Una foto que rebosa tenis por sus cuatro márgenes: talento, calidad, plasticidad, gran juego y carisma son algunos de los atributos de estos tres grandes que posan juntos enla BuenosAiresde 1988: Andre Agassi, Gabriela Sabatini y John Mc Enroe.

Deslumbró a todos con su juego explosivo. El primer día venció a Martín Jaite con gran comodidad (6-2 6-2 6-1) y el domingo a Guillermo Pérez Roldán en un partido inolvidable (2-6 6-2 8-6).

Al módico precio de 16 Australes, una edición de El Gráfico a todo tenis. Un soleado domingo en el court central del Buenos Aires para un gran choque: Agassi vs Pérez Roldán.

 


El partido número 100 de Vélez en la Copa Libertadores

Un enrulado Carlos Ischia y un clásico Ubaldo Fillol sostienen la Copa Libertadores. Arrancaba la edición 1980 para los equipos argentinos y era el debut absoluto de Vélez.

Este martes 26 de abril, cuando enfrente como local a Liga de Quito, Vélez estará disputando su partido número 100 por Copa Libertadores, con un total de 46 victorias, 29 empates y 24 derrotas.

 

En pose futbolera, Carlos Ischia pisa una pelota en el monumental, días antes del debut oficial de Vélez en ese mismo estadio. Sentado lo mira Fillol, enfundado en su clásico buzo verde marca Olimpia de aquellos años.

Su primera participación fue en la edición 1980, cuando accedió a la zona semifinales, quedando eliminado ante Internacional de Porto Alegre y América de Cali, luego de ganar la fase de grupos frente a River Plate, Sporting Cristal y Atlético Chalaco.

Miércoles 27.02.1980. River Plate 0 – Vélez Sársfield 0. Un par de imágenes del debut oficial de Vélez en la Copa Libertadores. Los equipos argentinos compartieron el grupo con los peruanos.

Pequeña y amarillenta foto, pero de enorme valor. El sábado 1 de marzo de 1980, José Antonio “pepe” Castro cabecea a la red del modesto Atlético Chalaco de Perú y marca el primer gol de Vélez en la historia de la Copa Libertadores.

Su punto más alto fue en 1994, cuando se consagró campeón de la mano de Carlos Bianchi y con un equipo extraordinario, donde sobresalían José Luis Chilavert, Roberto Trotta, Christian Bassedas, Omar Asad y José Oscar Flores.

 

Un gran equipo posa para la posteridad. Es del partido de ida ante San Pablo, a una semana de la gloria: Trotta, Gómez, Sotomayor, Chilavert, Zandoná y Basualdo. Abajo: Bassedas, Flores, Asad, Pompei y Cardozo

El cuadro de Liniers quiere repetir la historia 17 años después. Puede y tiene con que. Suerte y por otros 100 más Vélez!!!


Imágenes retro en la previa de la 11° fecha

El tremendo remate desde fuera del área de Jorge “chino” Benítez se clava en el ángulo de un desesperado Héctor “chocolate” Baley. El fondo de tribuna de paraguas le da un clima aún más épico al decisivo choque entre Boca y Huracán en el estadio Monumental, por la rueda final del Metro 1976. La victoria por 1 a 0, dejó a los “xeneizes” a las puertas del título que inició el brillante ciclo de Juan Carlos Lorenzo.


¡Felices Pascuas! ¿La casa está en orden?

Con el brazo en alto, Raúl Alfonsín saluda a la multitud que se había concentrado espontáneamente en la Plaza de Mayo para defender a la por entonces naciente democracia

Fue una Semana Santa atípica para los argentinos. Lejos de la paz y de la calma que deben reinar en esos días, se estuvo más cerca que nunca de volver al negro pasado cercano. Un grupo de militares, encabezado por el Teniente Coronel Aldo Rico, tomó varios cuartales a lo largo del país, mostrando su disconformidad hacia un par de situaciones puntuales.

El 24 de diciembre de 1986, se había sancionado en el Congresola Leyde Punto Final, que ponía un plazo de dos meses para presentar denuncias contra los militares que habían actuado en la represión ilegal, durante la última dictadura, y que no habían sido condenados en el juicio a las Juntas Militares de 1985.

Rodeado de alguno de sus camaradas rebeldes, Aldo Rico habla con la prensa desde el interior del Regimiento de Campo de Mayo. Los “carapintadas” pusieron en riesgo a la democracia.

Lejos de traer calma, la ley provocó una catarata de denuncias en casi todos los juzgados del país y agudizó el problema en el seno de la corporación militar. Aldo Rico era un ex combatiente de Malvinas, que había sido condecorado por su actuación allí, pero también sancionado en varias ocasiones por su indisciplina militar.

El 15 de abril de 1987, encabezó el grupo autodenominado “carapintadas”, que tomó el regimiento de Campo de Mayo con dos objetivos claros: la renuncia de todos los Generales afines al gobierno democrático y una solución política a los juicios que se avecinaban porla Leyde Punto Final.

Pertrechados como para una guerra, los “carapintadas” custodiaban los accesos al Regimiento de Campo de Mayo. Fue una Semana Santa (tristemente) inolvidable.

Raúl Alfonsín se disponía a pasarla Semana Santa en Chascomús, su tierra natal, pero debió regresar de urgencia y el mismo jueves 16 ya estaba en su despacho de Casa de Gobierno. Los políticos más representativos de todos los partidos acudieron allí y al Congreso para apoyar al Presidente.

Estaba claro que la Democracia no se iba a quebrar tan fácil. Fueron días de interminables diálogos, pero no se arribaba a ninguna respuesta concreta. El domingo 19, una multitud colmó la Plaza de Mayo, esperando las noticias y una pronta solución. Apenas pasado el mediodía, Alfonsín salió al balcón, flanqueado por políticos de los partidos más importante, para comunicar que iba a ir a Campo de Mayo a hablar con los rebeldes.

Acompañado por el justicialista Antonio Cafiero, Alfonsín se dirige en forma enérgica al pueblo. Ante una Plaza de Mayo colmada, el Presidente comunicaba su decisión de ir a Campo de Mayo

Un par de horas más tarde, regresó de la misma forma que había partido (en helicóptero) y nuevamente desde los balcones, se dirigió a la multitud. Allí detalló la solución del conflicto y pronunció las dos frases que entraron en la historia: ¡Felices Pascuas! ¡La casa está en orden!

¿Fue tan así? Para muchos, ese fue el principio del fin del gobierno radical. Los sublevados, que fueron detenidos, consiguieron todos sus objetivos e, inclusive, con el paso de los años, Aldo Rico incursionó como político dentro del sistema democrático. En septiembre, apenas cinco meses después, los radicales fueron ampliamente derrotados en las elecciones legislativas y de gobernadores. Como anticipo de lo que llegaría en 1989. La democracia se había salvado, pero la casa no estaba en orden.


Con las defensas bien altas

Por los aires de Boedo, Daniel Passarella les gana a todos en el salto (como siempre). Pintura de los `70, por las camisetas, el blanco y negro y las tribunas del gasómetro

El pasado 14 de abril se cumplieron 37 años del debut en primera división del que, para muchos (entre los que me incluyo), fue el mejor defensor de la historia del fútbol argentino: Daniel Passarella.

En esa ocasión, por una nueva jornada del torneo Metropolitano, River viajó a Rosario para enfrentarse con Central, que ganó por1 a0 con gol de Mario Kempes de penal. Passarella ingresó al comenzar el segundo tiempo en reemplazo de Héctor “gorrión” López y ocupó su lugar como lateral izquierdo.

Como es sabido, con el tiempo se negó a jugar en esa posición y prefirió esperar en el banco su chance de ser titular como zaguero central, hecho que ocurrió en 1975, año glorioso como pocos para el mundo River.

Su fortaleza física, su enorme capacidad en el juego aéreo para ganar en las dos áreas, su personalidad y su potente disparo, son algunas de las virtudes que lo llevaron a un sitio sólo reservado para los privilegiados. Apenas con un puñado de partidos en primera, ya le confesaba a El Gráfico su sueño de ganar un mundial.

Nota en El Gráfico en octubre de 1974. Ya se podía adivinar la personalidad y las claras ideas de Passarella. ¿El sueño del título? Ganar el mundial 1978…

El anhelo se le cumplió por duplicado, ya que es el único futbolista que formó parte de los dos planteles campeones del mundo de la selección argentina (1978 y 1986). A lo largo de su extensa carrera (1974 – 1989) marcó nada menos que 99 goles.

Jugando, festejando, cabeceando. Todas las aristas de un futbolista extraordinario

Está identificado con River Plate, ya que allí logró lo que nadie: ser jugador, técnico y presidente. Sin embargo, siempre estuvo el rumor que era hincha de Boca. En esta nota de agosto de 1988, confirma esa versión, ante la posibilidad concretar de jugar con la casaca “xeneize”, tentado por José Omar Pastoriza.

En agosto de 1988, José Omar Pastoriza quiso convencer a Passarella de ponerse la camiseta de Boca para terminar su carrera allí. ¿Qué hubiera pasado si le decía que si?

Pese a que se había retirado en mayo de 1988, César Menotti y Hugo Santilli lo convencieron de volver a River. Y lo hizo para la temporada 1988/89. La primera rueda pareció un fantasma, lejos del “Kaiser” que todos conocían, pero gracias a su amor propio, en las revanchas volvió a ser el Passarella de siempre, al punto que cuando jugó su último partido (27.07.1989), estaba para seguir.

Del excelente programa “25”que conduce Gonzalo Bonadeo por TyC Sports, los mejores goles de Daniel. Para recordar y admirar, dedicado a mi amigo León Botto.


Imágenes retro en la previa de la 10ª fecha

Roberto “ropero” Díaz (11) festeja con toda su fuerza, junto a Néstor Scotta, uno de los goles del que, quizás, haya sido el mejor clásico de Avellaneda de todos los tiempos. En cancha de Racing, el local superó a su histórico rival por 5 a 4. José “perico” Pérez y Francisco “pancho” Sá se resignan ante el resultado en la inolvidable tarde del 21.09.1975.

Fue en la primera fecha del Nacional 1979. Hasta los 74 minutos, Racing ganaba el clásico por2 a0, pero en una ráfaga de 13 minutos, dos goles de Norberto Outes y otro de Antonio Alzamendi, dieron vuelta la historia. Aquí el registro fotográfico de los cinco gritos de aquella tarde


50 años que pasaron rapidísimo

El lunes 12 de marzo de 1973, apenas un día después de la victoria de Héctor Cámpora, Héctor Larrea comenzaba en Rivadavia. Este aviso muestra el inicio de un ciclo inolvidable.

La incomparable década del `60 daba sus primeros pasos, con su bagaje de novedades, en todos los órdenes. En aquel lejano 1961, un joven de 22 años llegado desde su Bragado natal, recibía su carnet de locutor y comenzaba una carrera brillante, que reluce hasta el día de hoy. Aunque uno no lo conozca personalmente, sólo con haberlo escuchado alguna vez, puede sentirse como un amigo de Héctor Larrea.

Su gran pasión era, fue y será la radio. Comenzó en emisoras chicas, con varios programas, hasta que en 1969, por la frecuencia de El Mundo, se inició en forma tímida, un ciclo emblemático, que marcó un antes y un después y que estará por siempre adosado al nombre de Larrea: Rapidísimo.

Héctor Larrea es y fue figura . . . y figurita también

En 1973, llegó la gran oportunidad de jugar en las ligas mayores, cuando se concretó el pase a Rivadavia. Primero en horas de la tarde y luego, a partir de 1975, para ocupar el lugar dejado por el maravilloso “Fontana Show”: de 7 a 12.

Todos los elementos se conjugaron para que Rapidísimo fuera imbatible: una radio indiscutiblemente líder, el carisma de un conductor único y un gran equipo al servicio de esa idea. Con actualidad, información, buena música y humor, llevaban adelante esas cinco horas de lunes a sábado, con total naturalidad. Como gran conocedor del tango, Larrea derramaba su erudición en el tema, con discos propios, poco difundidos.

Junio de 1980. Radio Rivadavia era el líder indiscutido gracias a sus figuras. Aquí ordenadas según el horario que ocupaban en la grilla: Aldao, Larrea, Carrizo, Marconi, Muñoz, González Rouco, Bayón y Marchetti.

En los 18 años que estuvo al aire por el 630 del dial, pasaron por allí, profesionales de la talla de Enrique Llamas de Madariaga, Mónica Gutiérrez y María Laura Santillán, entre otros. Pero el puntal era el humor, de la mano de Mario Sapag, Luis Landriscina (como el cuentista popular “Don Verídico”), Mario Sánchez, el imitador Carlos Russo y el refinado Dr Pueyrredón Arenales, en la voz de Víctor Harriague, confluyendo en sus dos apellidos, los nombres de las calles de la esquina de la radio.

Pero en mi opinión, el gran puntal de Larrea en ese ciclo eran las dos locutoras que siempre lo secundaron: Rina Morán y María Esther Vignola. Versátiles, alegres y con enorme capacidad, contagiaban con sus risas, a todos los oyentes, que se contaban por millones a lo largo del país. Por momentos, parecía un parlante unificado, porque al ir por las calles de cualquier ciudad o arriba de un taxi, siempre estaba Rapidísimo.

Rina Morán y María Esther “beba” Vignola. Las fieles locutoras de Larrea en Rapidísimo. Ellas también eran el sello distintivo del programa.

En estos primeros 50 años con la locución, Héctor Larrea ha recibido infinidad de premios, pero más allá de eso, todos quienes han trabajado con el, guardan el mejor de los recuerdos. Lo mismo que los oyentes. Para mi generación, escuchar la cortina del programa, nos remite al siempre incómodo momento previo antes de salir para el colegio, pero que con Rapidísimo, era un poco más divertido.

En ritmo de chacarera y en la voz de Alfredo Ábalos, la inolvidable cortina de Rapidísimo.


La última carrera de Reutemann en Buenos Aires

La mayor parte de la tapa para Reutemann. Apenas un recuadro para el triunfo del Boca de Maradona sobre River por 3 a 0. Esa era la relevancia del “Lole” para el deporte argentino.

El Gran Premio de la República Argentina era una cita ineludible del calendario de la Fórmula 1 desde inicios de la década del `70. Por eso nadie podía suponer que aquella competencia del 12 de abril de 1981, sería la última vez que la máxima categoría haría escala en nuestro país por aquellos tiempos (regresó a mediados de los `90).

Pero mucho menos se podía pensar que esa sería la última ocasión que podríamos ver a Carlos Alberto Reutemann corriendo en el autódromo. Fue una fecha especial, porque ese domingo, fue el cumpleaños número 39 del “lole” y la gente le hizo el mejor de los regalos: lo declaró definitivamente ídolo nacional. Tal fue la trascendencia de la competencia, que el Boca – River del torneo local (primer clásico de Maradona) fue adelantado al viernes por la noche.

A los 0:48, el momento más festejado del fin de semana: Reutemann supera a Jones. En el final del video, el podio, donde se escucha el feliz cumpleaños hacia el “lole”.

El público se volcó en forma masiva desde los días previos (pruebas informales y de clasificación) casi sin tener en cuenta el tiempo, ni la ubicación del santafesino. Sólo importaba verlo y alentarlo. Los que tuvimos la chance de estar, aún podemos recordar la extraordinaria y conmovedora ovación que se producía en las gradas, cada vez que el auto blanco con el número 2 pasaba delante nuestro.

La competencia ya finalizó. Reutemann pasa y saluda con su brazo en alto, a un enfervorizado público que lo alentó como nunca.

Aquella carrera de 1981, tuvo dos condimentos especiales: por un lado, Reutemann estaba como nunca, en condiciones de pelear por el título mundial y por otro, su disputa con Alan Jones había explotado en Brasil, como ya citamos en un post anterior: http://bit.ly/hFHzzM

Nelson Piquet comandaba el Brabham número 5, claramente viciado de nulidad, ya que tenía el llamado “efecto suelo”, que adhería casi imperceptiblemente el auto a la pista, algo expresamente prohibido en las reglas, que fue anulado en las competencias siguientes. Gracias a esto, fue inalcanzable y ganó la carrera, pero para el público, el segundo lugar de Carlos Reutemann se festejó como una victoria.

Piquet un escalón arriba de Reutemann. Esta fue la escena del podio de Buenos Aires y, lamentablemente, la posición de ambos al finalizar el torneo 1981.

En los que hace a triunfos, se puede aplicar el axioma que sostiene que nadie es profeta en su tierra, ya que Reutemann nunca pudo ganar en Buenos Aires. Pero los resultados deben quedar al margen. “Lole” fue uno de los más grandes deportistas argentinos de todos los tiempos. Desde aquí, un humilde homenaje de la última vez que me emocionaste en vivo. ¡Gracias!


Imágenes retro en la previa de la 9ª fecha

Domingo 31.10.1976: El amarillento paso del tiempo no logra borrar la plasticidad con la que jugaba Juan José López. En esta acción del Nacional 1976, supera por los aires la estirada de D´Angelo. River cayó ante Banfield por 3 a 1 en el monumental, cediendo su invicto en el torneo.

Domingo 19.07.1992. Los actuales técnicos de Estudiantes y San Lorenzo enfrentados como futbolistas en la segunda de las tres finales de la temporada 1991/92. Ramón Díaz no alcanzó el balón que yace en las manos de Norberto Scoponi, custodiado por Eduardo Berizzo. River se impuso por 1 a 0.