Monthly Archives: July 2011

Camisetas del ayer (Capítulo 1)

Aunque se estima que la casaca es Adidas (por las rayas de sus mangas), no hay logo en el frente de la misma como para afirmarlo. Juan José Urruti avanza con pelota dominada en el Metro 1982 ante Independiente en Avellaneda, con un extraño 9 en el pantaloncito, ya que siempre tuvo la 11. Modelo Racing de Córdoba de principios de los ´80.

Nueva postal de aquel diseño. Como puede apreciarse en la espalda de Osvaldo Inri Coloccini, las tres tiras de la marca, le daban el contorno al número. El hombre del salto formó durante años la dupla de zagueros de Racing de Córdoba con quien aparece delante de el: Pascual Alfredo Noriega. Detrás de ambos, Juan José Urruti.

 


Historia del balotaje en Capital

Mientras palpitaba el resultado de los comicios que le dieron la posibilidad de ser por primera vez Senador por Capital, Fernando de la Rúa se asoma al balcón de su domicilio frente al obelisco. Desde ese sitio festejaría, 26 años más tarde, su consagración como Presidente

En las próximas horas, los habitantes de la Capital Federal concurrirán nuevamente a las urnas para elegir a su Jefe de Gobierno por los siguientes cuatro años. Los dos contrincantes (Mauricio Macri y Daniel Filmus) reeditarán el mismo escenario de 2007, cuando fueron a segunda vuelta y se impuso el dirigente del PRO.

Esta era la composición definitiva de las cámaras en el regreso de la democracia en 1973. Duraría muy poco, ya que ese fue un año convulsionado como pocos en materia política y escasos meses más tarde se volvió a votar…

Esta nota es un complemento de las dos publicadas en ocasión de la primera vuelta, sobre la historia a la elección de Jefe de Gobierno: Capítulo I (http://bit.ly/nZWZzM) y Capítulo II (http://bit.ly/qs5Lul).

En horas de la noche del 15.04.1973, Fernando de la Rúa ya era Senador electo por Capital. Sentado en los estudios de Canal 9 dialoga con el periodista Horacio de Dios. Una joya la imagen de fondo de la cámara con el logo de la emisora.

Pero el principal distrito argentino tiene otros antecedentes de balotajes. El primero se remonta a 1973, en las famosas elecciones del 11 de marzo que ganó Héctor Cámpora, consagrándose Presidente.

Un joven y alegre De la Rúa juega, en el living de su departamento, con su hijita y su esposa, Inés Pertiné, que luce un inconfundible look “setentoso”.

En Capital Federal, además, como en todas las provincias, se votó para Diputados y Senadores. Para la Cámara Alta había dos plazas: la primera quedó en forma directa para Alejandro Díaz Bialet del FREJULI, agrupación ampliamente vencedora en todo el país, pero para la otra banca se debió recurrir a una segunda vuelta.

La clara derrota de Balbín ante Cámpora había sido un golpe muy duro para el radicalismo. Por eso la victoria de De la Rúa se festejó ruidosamente por parte de sus seguidores, que lo llevaron (cabellos al viento) a pasear en un Peugeot con su techo corredizo.

Estas se desarrollaron el 15 de abril y, para sorpresa de muchos, el joven candidato del radicalismo (Fernando de la Rúa) se impuso sobre el aspirante de la coalición justicialista (Marcelo Sánchez Sorondo). Este resultado marcó dos cosas: el inicio de una próspera carrera política para el vencedor y lo inhóspito que siempre le ha resultado al peronismo la Capital.

Luego de 30 años, los porteños volvieron a participar de un balotaje. Ibarra fue el vencedor y los festeja con sus brazos abiertos, mientras desde una TV, Macri acepta su derrota.

Pasaron 30 años y muchas cosas hasta que los porteños volvieron a participar de un balotaje. Fue en 2003, ya con la Constitución reformada, cuando Aníbal Ibarra fue por su reelección como Jefe de Gobierno. Había llegado hasta allí en 2000 formando parte de la Alianza, agrupación que desapareció entre internas, represiones y helicópteros que salieron de la terraza de la Casa de Gobierno.

La lista vencedora. En su camaleónica carrera política, Ibarra ha conocido muchos partidos. Aquí vemos que se presentó con “Fuerza Porteña”.

Apoyado por Néstor Kirchner y encabezando la lista de “Fuerza Porteña” tuvo a Mauricio Macri como su más claro rival, que en su primera aparición en la arena política ganó en los comicios del 24 de agosto, pero su porcentaje de 37,55% no fue suficiente y debió ir a una segunda vuelta contra el binomio Ibarra – Telerman.

Acompañado por su fiel ladero, Horacio Rodríguez Larreta, Mauricio Macri desembarcó en política en 2003.

Tres semanas más tarde tuvo lugar la votación, donde la dupla apoyada por el kirchnerismo retuvo la alcaldía por poco más de 7 puntos.

Mauricio danza desde el escenario, celebrando su triunfo en el balotaje ante Filmus. De ese modo, desde que la Capital Federal logró su autonomía,  se convertía en el cuarto Jefe de Gobierno. Antes: De la Rúa, Ibarra y Telerman.

A fines de 2004, la tragedia ocurrida en “República de Cromañón” produjo la destitución de Ibarra, cuyo lugar fue ocupado por su vice, Jorge Telerman. Como es una costumbre, el calvo dirigente también quiso su reelección, pero secundado por Enrique Olivera sólo alcanzó el 20,70% de los sufragios, quedando fuera del balotaje que disputaron los dos primeros: Mauricio Macri – Gabriela Michetti (45,62%) y Daniel Filmus – Carlos Heller (23,77).

La según davuelta fue para el actual Jefe de Gobierno, quien se impuso con un 60.90% contra el 39.04% de su rival, que será el mismo del próximo domingo, como antesala de lo que puede ser un récord en materia política: Si no gana, Daniel Filmus habrá perdido cuatro elecciones en cuatro años ante el mismo oponente. Delicias de la política argentina…


De reestructuraciones, interzonales y otros recuerdos nacionales

Osvaldo Potente cabecea superando la marca de Reinaldo Merlo para vencer a Ubaldo Fillol y marcar el gol de Boca ante River en el empate en un tanto por el interzonal del Nacional 1974. Fue el superclásico número 100 en la historia del fútbol argentino.

En una de las medidas más controversiales de toda su historia, el fútbol argentino ha decidido un nuevo cambio en las estructuras de sus torneos. Dentro de 12 meses, desaparecerá el Nacional B (que hace unos días cumplió 25 años, como recordamos en este post: http://bit.ly/mXD3iW) fusionándose con la Primera División, formando un frondoso torneo de 40  o 38 o 36, qué más da a esta altura.

Desde los comienzos del profesionalismo en 1931 hasta 1966, los certámenes no habían tenido modificaciones, pero para la temporada 1967, bajo la idea de Valentín Suárez, dio comienzo el Nacional, con la participación de equipos del interior. Una de los argumentos era que allí, fuera de la Capital Federal, estaría el dinero para paliar las debilitadas arcas de los clubes. Como vemos, los malos manejos no son de ahora, estos datos son de hace 45 años…

Muchos hechos relevantes se desarrollaron a lo largo del recorrido de los torneos nacionales. Sin dudas, el debut de Diego Maradona es el punto más alto. En esta imagen de 1979, muestra lo “fácil” que es llevarla pegada a la altura del tobillo. Deliciosa foto con la casaca con el auspicio de Austral.

Los pioneros del interior, de aquella edición inicial fueron Chaco For Ever, San Lorenzo de Mar del Plata, Central Córdoba de Santiago del Estero y San Martín de Mendoza. El nivel era casi amateur y eso se reflejo en los resultados, pero despaciosamente se fue dando una superación, siendo Belgrano de Córdoba y Gimnasia y Esgrima de Mendoza, en el torneo de 1971, los primeros en dar pelea de igual a igual.

La cantidad de cuadros se iba incrementando, hasta llegar a la descomunal cifra de ¡36! en 1974. Justamente en esa edición hace su gran aparición Talleres de Córdoba, que en 1977 estuvo más cerca que nadie de gritar campeón, pero una remontada increíble e inolvidable de Independiente (con 8 jugadores contra 11) se lo impidió.

Luego de un flojo comienzo, los equipos del interior fueron superándose. Talleres de Córdoba 76/79 quizás haya sido el mejor de todos ellos. En esta versión 1976 están parados Binello, Quirgoa, Oviedo, Ocaño, Galván y Avellaneda. Agachados: Bocanelli, Ludueña, Bravo, Valencia y Cherini. Apellidos que llevaron a la T a la A.

En 1985 el viejo y querido nacional quedó archivado por siempre. Su último campeón fue Argentinos Juniors, de la mano de José Yudica. Una nueva reestructuración marcaba que el fútbol argentino adaptaría sus calendarios a los europeos, de junio a junio, para que sus equipos pudieran competir con los del viejo continente (¿?).

La primera fecha del Nacional 1975 produjo el hecho excepcional que se jugaran todos los clásicos en la jornada inaugural. Racing 5 – Independiente 4 fue el más extraordinario de un domingo pleno de emociones.

De ese modo, apareció una nueva competición (Nacional B) que se intercaló entre la A y la B, pasando esta a ser la tercera categoría. Luego de cinco años, llegaron los torneos cortos, que acaban de entrar en el pasado cercano.

En estas últimas horas, que se habló del nuevo e insólito torneo, volvió una palabra que nos remite a aquellos nacionales: interzonales. Eran esos partidos, donde los tradicionales rivales se veían las caras, pese a estar en distintos grupos. Su ápice fue en 1975, cuando en la primera fecha, se jugaron todos los clásicos. Una fecha irrepetible, que nunca volverá. ¿Nunca?


Fuera de stock: Las rifas de Boca y River

La revelación del año en la televisión argentina incursionó en la publicidad gráfica: Luisa Albinoni y sus curvas en versión azul y oro promocionando la “Superestrella de Boca”.

Los años del gobierno militar fueron tremendos en todos los aspectos y el económico no fue la excepción. La política llevada adelante desde el Ministerio que comandaba José Alfredo Martínez de Hoz era clara: nula producción nacional y toda la importación posible. Los argentinos se creyeron (una vez más) que eran del primer mundo e ingresaron en un universo ficticio, lleno de viajes a Miami, comprar compulsivas y el seudónimo “deme dos” que tan bien les cabía.

Dentro de ese panorama, 1981 fue el año que mostró el inicio del resquebrajamiento del Proceso y que se hizo más evidente en el aspecto financiero, con el cierre de banco y compañías diversas dedicadas a ese fin, con tanto esplendor en el lustro anterior. Como es obvio, el fútbol no estuvo ajeno a todo esto. Y fue justamente en ese 1981 que Boca sacudió el mercado con la compra, quizás, más rutilante de su historia: el pase de Diego Armando Maradona.

Con ropas de civil, Maradona y Kempes posan con las casacas que vistieron en 1981. En derredor de sus pases, Boca y River lanzaron las más diversas formas para poder solventarlos. El saldo fue claramente negativo.

A las pocas semanas (el debut fue en febrero) ya se comenzó a hablar de los problemas que tendría el club para poder pagarlo. El ingenio se agudizaba, pero la realidad del país (con devaluación e histórica frase del ministro de economía Sigaut: “El que apuesta al dólar pierde”) y la huída de los mecenas, hicieron el resto. En medio de la desesperación salieron a la venta unas rifas, bajo el lema: “Venga y gane con Boca, gane con la superestrella del supercampeón”. La “mega star” estaba corporizada en Luisa Albinoni, actriz que llegó a su cenit en ese año, con un personaje de “La peluquería de Don Mateo”.

Para no quedar en desventaja ante la llegada de Maradona a Boca, River se lanzó a la búsqueda de Kempes. En dicha empresa trató de embarcar a sus socios: ¿Muchos se habrán sumado?

El impacto de la compra de Maradona fue tan grande, que River no se quiso quedar atrás. Entonce lanzó un pomposo “Bono pro adquisición de Kempes”, por el que se invitaba a los socios a “colaborar con el esfuerzo de la comisión directiva” para repatriar al “matador”. El delantero llegó a Núñez lesionado y no pudo rendir en la medida que se esperaba de el. Recién hacia fin de año, con el Nacional, aportó sus goles para el título.

Pero River iba por más, y así como imitó a Boca en la compra de un futbolista de altísimo nombre, no quiso ser menos en el rubro financiero. Por ello lanzó esta campaña, con título tan elocuente como confuso su fin.

La “Organización ida” (¿?) con su sede en la desaparecida calle Cangallo, lanzó al mercado esta propuesta. No queda del todo claro a que se refería, pero tenía mucho aspecto de financiera. Esperemos que representando a la banda no haya dejado en “idem” a varios…

Esa temporada tuvo dos torneos, con saldo positivo para ambos, ya que ganaron uno cada uno (Metro azul y oro, Nacional rojo y blanco). Pero en el rubro económico y financiero, se fueron al descenso. Las deudas se acumularon y los dos tardaron mucho en recuperarse, si es que alguna vez de verdad lo hicieron. Cualquier similitud con el país, no es pura coincidencia.

 


Paraguay y Uruguay campeones en Argentina

Antonio Alzamendi, uno de los más grande goleadores nacidos en el Río de la Plata, atesora en sus manos la Copa América, acompañado por Peña y Pintos Saldaña. Jugando apenas dos partidos, Uruguay fue campeón de la edición 1987.

Este domingo llegará a su fin esta nueva (y por momentos sorpresiva) edición dela CopaAmérica. El detalle saliente es que los dos finalistas, ya conocen lo que es levantar el trofeo en tierras argentinas.

En 1979, la competición no era con sede fija y ese era un año muy importante para el fútbol paraguayo, ya que a mitad de temporada, Olimpia había ganado por primera vez la Copa Libertadores, rompiendo la hegemonía de Argentina, Brasil y Uruguay.

 

Los once que iniciaron el partido ante Chile el día de la consagración en 1979: parados: Espínola, Torales, Sosa, Kiese, Fernández y Paredes. Agachados: Florentín, Morel, Aquino, Pérez y Romero.

La selección “albiroja” ganó su grupo, que compartió con Uruguay y Ecuador, con gran autoridad, pero el golpe fantástico lo dio en las semifinales, cuando dejó en el camino a Brasil, ganándole de local 2-1 y logrando un histórico empate en dos tantos en el estadio Maracaná, con goles de Milcíades Morel, Julio César Romero, Falcao y Sócrates.

 

Providencial salvada del arquero chileno Osbén ante el cercano remate de Amado Pérez. Fue la más clara del partido desempate disputado en cancha de Vélez Sarsfield.

Las finales fueron con Chile. El partido de ida fue con una contundente victoria por3 a0 en Asunción (“Romerito” en dos ocasiones y Morel), pero la revancha fue una derrota por1 a0 (Rivas), lo que desembocó en un desempate en Buenos Aires. La igualdad en cero en campo de Vélez Sarsfield le dio la copa a Paraguay, por haber marcado más goles en las finales. Los puntos altos fueron el arquero Roberto Fernández, el mediocampista Carlos Kiese y el talento de Julio César Romero, deslumbrante y habilidoso jugador que administró como nadie el departamento creativo de ese equipo.

En esta secuencia de la final puede apreciarse la habilidad y el talento de Julio César Romero.  “Romerito” es uno de los mejores jugadores de la historia de Paraguay y paseó su fútbol, además, por el Cosmos de Nueva York, el Fluminense de Brasil y el Barcelona de España.  

Ocho años más tarde, Argentina fue el organizador de la primera edición (de la nueva era) con sede fija. Pese a tener a la base del equipo campeón de México 1986 y contar con Diego Maradona, realizó una muy floja tarea, siendo eliminado en semifinales por Uruguay.

La plomiza tarde del domingo 12.07.1987 le da un marco melancólico a esta foto, que contrasta con el celeste cielo de la camiseta de los campeones de la edición 1987. La pelota descansa acariciada por Enzo Francescoli. 

El cuadro “celeste” era el campeón defensor y por la estructura del certamen, ingresó directamente en esa instancia, imponiéndose por1 a0 con gol de Alzamendi. Su rival en la final, de la misma manera que le había ocurrido a Paraguay en 1979, fue Chile.

 

Fiesta en la cancha y en las tribunas. El domingo 12.07.1987 el estadio monumental se tiñó de celeste y se bañó en alegría oriental para festejar la obtención de la Copa América.

El estadio de River Plate fue el escenario del partido de la consagración, con una nueva victoria por la mínima, en este caso con tanto marcado por Pablo Bengoechea. ¿Qué ocurrirá el domingo? ¿Qué historia se repetirá?


El primer Nacional B de la historia

Pintura de todos los colores en la fecha inicial en la historia del Nacional B: el tricolor de Chacarita de Luis “Chiche” Sosa, el grana de Lanús para Carlos Caldeiro y Sergio Saturno y el rojo a pleno de Los Andes para Cuellos y Garay.

Hacia mediados de 1985, el fútbol argentino sufrió una gran restructuración. Luego de 18 años, desapareció el torneo Nacional y con el, los dos campeonatos anuales. Se iniciaba una nueva era, con un solo certamen por temporada.

Doce meses más tarde, más precisamente en la tarde del sábado 19 de julio de 1986, dio su puntapié inicial el Nacional B, una competición que iba a amalgamar a 13 equipos del interior del país (clasificados a través del Torneo del Interior)  y 9 directamente afiliados. Con esta nueva composición, la histórica Primera B, pasaba a transformarse en la tercera categoría.

Detalles de todo tipo: cuanto cobrarán los equipos, precios de entradas, cambios de cancha, etc. Y la opinión de la revista ante el inicio del certamen. Sólo Fútbol 100%.

La primera edición del Nacional B fue bien federal, con 13 provincias representadas: Mendoza (Deportivo Maipú), Chaco (For Ever), Corrientes (Deportivo Mandiyú), Salta (Central Norte), Río Negro (Cipolletti), Santa Fe (Colón), Misiones (Guaraní Antonio Franco), San Juan (Unión de Villa Krause), Tucumán (Atlético Concepción),La Pampa(Ferro), Santiago del Estero (Central Córdoba), Jujuy (Gimnasia y Esgrima) y Córdoba (Belgrano). Además de Douglas Haig de Pergamino.

El primer Chacarita de su historia en el Nacional B. Fue una temporada para el olvido para los “funebreros”, que recién pudieron evitar el descenso en un triangular de desempate.

Del lado de los equipos afiliados, había dos campeones de primera (Huracán y Chacarita), clásicos de aquellos tiempos del ascenso (Tigre, Los Andes, Lanús, Banfield) y otros dos con tradición en categorías menores (Defensa y Justicia y Deportivo Armenio).

Sin tener cancha, con pocos hinchas, pero con un equipo fantástico, Deportivo Armenio ascendió a la Primera Divsión. Aquí luce su indumentaria Athelta, que ya fue objeto de nuestro recuerdo en la sección “Fuera de stock”: http://bit.ly/kX8DE6.

Justamente este último sería la gran revelación del certamen, ganándolo con 8 puntos de ventaja y un invicto de 34 partidos. Sorpresivo, pero con muy buenos jugadores (Úbeda, Gallardo, Luis Villarreal, Sigifredo y Cincunegui), se quedó con el título y el ascenso a primera división.

En la fría tarde del sábado 19.07.1986, Deportivo Armenio y Chacarita empataron en cancha de Platense en el arranque de ambos en el Nacional B.

Su debut fue ante Chacarita en cancha de Platense, donde hizo de local a lo largo del certamen. El empate en un tanto fue el punto de partida para ambos, con campañas en las antípodas, ya que los “funebreros” debieron disputar un triangular de desempate por no descender junto a Gimnasia de Jujuy y Central Norte, siendo este último el que perdió la categoría.

Goleador con todas las letras (y de varias categorías) Sergio Saturno dejó su marca, ya que fue el autor del primer tanto de la historia del Nacional B.

Sergio Saturno, hombre histórico del fútbol de los sábados, fue una de las nuevas adquisiciones de Lanús para afrontar el certamen. Y el goleador pagó a su manera, ya que marcó el primer tanto de la novel competencia.

Carlos Caldeiro ya había estado en el ascenso con la camiseta de Racing dos años antes. Ahora en Lanús, el volante volvía al gol.

Otro de los refuerzos fue Carlos Caldeiro, que llegó con el extraño antecedente de haber jugado en poco tiempo en Racing e Independiente. Pese a los buenos nombres (además de ellos estaban Perassi, Juan Carlos Ramírez, Bidevich, Bertolini y Leo Rodríguez) los granates tuvieron una irregular campaña.

Los 11 mejores de la primera fecha. Desde un costado sonríe el más destacado, hombre histórico del ascenso: Rolando Bertolini.

El nuevo certamen trajo una muy buena cobertura de la maravillosa e irrepetible revista “Sólo Fútbol”, donde estaban detalladas todas las formaciones y estadísticas, en un hecho sin precedentes para el ascenso. De la jornada inicial se destacaron la victoria de Banfield en Tucumán ante Concepción por1 a0 con gol de Horacio García y el empate en uno del clásico mesopotámico (Chaco For Ever vs Deportivo Mandiyú). Esta fue la recaudación más alta con 18.000 Australes, mientras que la menor fue entre Lanús y Gimnasia de Jujuy con 4.323 de la misma moneda (¡que término!).

Dos genuinos representantes de la federalización que pretendía el Nacional B: Gimnasia y Esgrima de Jujuy y Central Córdoba de Santiago del Estero.

Al perder la final del torneo reducido ante Sportivo Italiano, Huracán había sufrido el primer descenso de su historia. Menos de un mes después iniciaba el camino del regreso (le llevaría cuatro años), igualando en Salta ante Central Norte 0-0. Dirigido por Ángel Cappa, tuvo en su plantel a futbolistas como Carlos Gay, Abel Alves, Osvaldo Rinaldi, Hebert Birriel, pero sobre todo a José Raúl Iglesias, el goleador del certamen con la excelente marca de 36 tantos.

Antes del inicio del certamen, los últimos pases. Allí está consignado el regreso de Félix Lorenzo Orte a Banfield, que le rendiría mucho a lo largo de la campaña donde se quedaría con el segundo ascenso.

El párrafo final es para aquellos que añoramos las tardes de sábado junto a la radio, que nos traía apellidos como Zingariello, Meaurio, Franseschini, Wenner, Lacava Schell, Urbina, Fóppoli, Corró, Colacray, Mattei, Próstamo, Borneman, Sopegno, Pizzo y Filipetto.


Argentina – Uruguay en Copa América

Con una enorme sonrisa, Diego Maradona abraza a Claudio Caniggia, autor del único gol de la victoria ante Uruguay el 08.07.1989 en Goiania.

A partir de 1987, la Copa América regresó al viejo formato con sede fija. Desde ese momento, los clásicos rivales del Río dela Platase enfrentaron en cinco ocasiones, con tres victorias de Argentina y dos de Uruguay.

En 1987, los “celestes” eran los campeones defensores y por ese motivo ingresaron directamente en las semifinales, donde se encontraron con el equipo que dirigía Carlos Bilardo, que no venía teniendo buenas actuaciones.

Con la calidad y astucia de siempre, Antonio Alzamendi se filtró en el área Argentina y definió con clase ante la salida de Luis Islas. Un estadio monumental repleto asiste mudo al festejo “celeste”.

Ese choque no fue la excepción y llegó la derrota 1-0 con un gol de Antonio Alzamendi (certero definidor como pocos), que le dio a la visita la posibilidad de clasificarse para la final, donde retendría el título al superar a Chile por1 a0.

En acobática pose, Diego Maradona cabecea ante la marca de Herrera. Pese a jugar con un hombre menos durante gran parte del encuentro, Argentina se impuso por 1 a 0.

Dos años más tarde se vieron las caras nuevamente, pero en este caso por partida doble. En la fase de grupos, el éxito cayó del lado “albiceleste” por1 a0 con gol de Claudio Caniggia en un muy disputado partido, jugado en la ciudad de Goiania.

José Basualdo fue, quizás, lo más rescatable de una olvidable Copa América 1989 para Argentina. Aquí disputa el balón conta Enzo Francescoli en la noche de la victoria uruguaya 2-0 en el cuadrungular final.

Pocos días después volvieron a encontrarse pero ya en el marco del cuadrangular final. Fue en el estadio Maracaná y los hombres dirigidos por Oscar Tabárez se quedaron con un claro triunfo por 2 a0 con tantos de Rubén Sosa.

Santiago Ostolaza cabecea sin exito ante el cierre deseperado de Sergio Batista y Nery Pumpido. Argentina ya venía jugando mal, pero esa noche ante Uruguay tocó fondo.

Además del goleador de esa noche, contaba con otros grandes futbolistas, que le aportaban un enorme poder ofensivo: Rubén Paz, Enzo Francescoli, Antonio Alzamendi y Rubén Da Silva.

Un violento choque con Picún dejó esta secuela en Martín Palermo. Igualmente marcó un gol en la victroia por 2 a 0.

Pasaron 10 años hasta un nuevo choque por Copa América. Fue en la ciudad paraguaya de Luque y Argentina ganó por 2 a0 con las conquistas de Cristian “Killy” González y Martín Palermo, que venía de errar los tres penales ante Colombia y jugó casi todo el partido ante los uruguayos con un ojo prácticamente cerrado por un choque con Fernando Picún a los dos minutos de juego.

Un joven Juan Román Riquelme fue la figura en el triunfo Argentino por 2 a 0 en 1999. ¿Te acordabas de Román con ese número?

El antecedente más reciente es de la edición 2004 que tuvo como sede a Perú por la fecha final de la fase de grupos. La “albiceleste” se impuso por 4 a 2 en un encuentro cambiante, donde los dirigidos por Marcelo Bielsa comenzaron a mostrar su mejor fútbol, que lo llevarían a la final.

Roberto Ayala hace valer su buen poderío aéreo y convierte de cabeza en la victoria Argentina por 4 a 2 en 2004.

Pequeñas historias de uno de los clásicos más añejos del mundo. Este sábado, un nuevo capítulo, de este choque de rivales y hermanos.


Mario Kempes y su merecido homenaje

Un inolvidable póster futbolero para el hincha argentino. Mario Kempes corre alborozado con sus brazos en alto. Le acaba de marcar el primer gol de la final a Holanda y desata la fiesta en el estadio monumental.

Unos minutos antes que la selección comenzara su partido ante Costa Rica en el cierre del Grupo A de la Copa América se produjo un hecho saludable, pero muy poco común entre los argentinos: hacer un justo reconocimiento en vida a un protagonista. El implicado fue Mario Kempes, que pudo recibir una enorme ovación de todo el público que colmaba las instalaciones del estadio que ahora lleva su nombre.

Quizás por cierto bajo perfil o por haber jugado en años previos a la gran explosión de los medios, creo que no se tiene la real dimensión de quien fue el “matador” y lo que significó para el fútbol argentino.

Nacional 1973: Uno de los mejores equipos en la historia de Instituto de Córdoba, con una delantera fantástica. Ellos son los cinco de la línea de abajo: Saldaño, Ardiles, Kempes, Beltrán y Willington.

Hizo su aparición para el mundo del fútbol en el Nacional de 1973, conformando una excelente delantera de Instituto de Córdoba, junto a Saldaño, Ardiles, Willington y Beltrán. Su potencia enseguida llamó la atención y fue Rosario Central (uno de los mejores equipos de aquellos tiempos), quien se quedó con su pase para 1974, año en el que disputó su primer mundial en Alemania.

Imágen de los años ´70 100%: El blanco y negro dándole su toque a la vieja cancha de Rosario Central, mientras Kempes se ata los botines, preparándose para hacer lo que más sabía: el gol.

Partido a partido, sus tantos se multiplicaban y el muy buen cuadro que dirigía Carlos Griguol, con Killer, Aimar y Poy, entre los más destacados, peleó cada certamen que disputó, alcanzando las semifinales dela CopaLibertadores1975.

Apenas dos años y medio le bastaron para estar en la historia grande de Rosario Central: 89 goles en 107 partidos. Estos números avalan la enorme idolatría que el “matador” se ganó en Arroyito.

La temporada siguiente, luego de haber marcado más de 100 oportunidades con la casaca del club de Arroyito se fue con su bohnomía y sus gritos del otro lado del océano. El Valencia lo recibió con los brazos abiertos y el respondió con su mejor lenguaje: el gol.

 

La expresión de Daniel Bertoni fue la de todo el pueblo argentino en aquella noche ante Polonia: un agradecimiento al portador de esa camiseta número 10. El aire rosarino le cambió la racha a Kempes y a la selección argentina.

Llegó el mundial 1978 y Kempes fue el único futbolista que integró el plantel que actuaba en el exterior. Su primera rueda fue opaca, como buena parte de la actuación del equipo, pero el haber salido segundo de Italia derivó en un viaje a Rosario para la segunda fase y allí, en ese estadio que lo había visto en su mejor versión, el “matador” recobró la memoria.

Como si fuera un avezado arquero, Mario Kempes vuela y con un puñetazo desvía el cabezazo de Lato, luego de quedar vencido Fillol (parado al lado del poste izquierdo). Unos instantes después, el “pato” detuvo el penal.

Ante Polonia tuvo una noche soñada, ya que marcó los dos goles de la victoria y, además, “hizo de Fillol” cuando un cabezazo de los europeos iba camino a convertirse inexorablemente en gol (con el aquero vencido) y Kempes se arrojó y con un puñetazo evitó la caída. El 50% restante lo hizo el enorme guardavallas argentino al detenerle el penal a Deyna.

Dos goles más en el discutido encuentro ante Perú ayudaron a la clasificación a la final frente a Holanda, donde nuevamente apareció en toda su dimensión, con otras dos conquistas que ya son parte de las más selectas imágenes del paladar futbolero del argentino. Fue el goleador y la figura indiscutida de esa Copa del Mundo.

Marzo de 1981: River venció a Colón por 4-0 en el estadio monumental. Kempes saluda con su brazo en alto luego de marcar un gol. Fue la tarde de su debut con la banda roja. Detrás aparece René Houseman.

Un par de años de no tan buen rendimiento en Valencia y la necesidad de River de contrastar de algún modo la contratación de Diego Maradona por parte de Boca, hicieron que Kempes regresara al fútbol argentino en marzo de 1981. Una molesta lesión no le permitió estar a la altura de sus antecedentes en el metropolitano, pero el Nacional le dio revancha y allí fue el autor que le dio el título al club de Núñez ante Ferro.

Cualquier similitud con el festejo del mundial 1978 no es pura coincidencia. Mario corre a celebrar su gol en la calurosa tarde de caballito en diciembre de 1981. River superó a Ferro 1-0 y se consagró campeón nacional.

En 1982 ingresó a la galería de los pocos futbolistas que se dieron el gusto de disputar tres Copas del mundo, un lugar reservado sólo para los elegidos. Y no hay dudas que Mario Alberto Kempes ha sido uno de ellos. Un grande, al igual que las dimensiones de ese estadio, orgullo de su provincia, que con enorme justicia, lleva su nombre.


Ya sos de aquí y sos de allá

Un Facundo Cabral auténtico: el escenario, la guitarra y la palabra. Como a todos los que rompen el molde al nacer, te vamos a extrañar, maestro…

La noticia, fría como todas, esta vez fue más gélida aún: Fue asesinado Facundo Cabral. La sorpresa me invadió por completo, pero sobre todo, porque esos eran dos términos que habían nacido para no juntarse nunca: asesinato y Facundo Cabral.

Justo el, que predicaba con sus palabras la armonía, que hacía un permanente llamado a la no violencia y que había sido declarado “Mensajero mundial de la paz” (nada menos que por la ONU), encontró la muerte del modo más tremendo.

 

Grabado en vivo en el estadio de Ferro Carril Oeste en 1984, “Ferrocabral” fue su mejor disco. Tiene sentencias y verdades tan actuales que causan escalofríos: “Vamos cruzando por la vida en el tren de la muerte viendo como el progreso acaba con la gente”.

Con el se fue un personaje único, de esos que rompen el molde. Exiliado durante la última dictadura militar, regresó al país con la vuelta de la democracia. A mis 11 años, sus palabras fueron maravillosas. Junto a el fui recorriendo ese hermoso paso, donde todos dejamos atrás la infancia, para internarnos en ese otro mundo, donde comienzan a interesarnos otras cosas.

 

Luego del gran exito de su trabajo anterior, a fines de 1984 llegó “Patenado tachos”. Facundo en su mejor versión.

Por el comencé a querer saber quienes eran o habían sidoLa Madre Teresa de Calcuta o Rabindranath Tagore, o nutrirme de algunas nociones de otras culturas. Todo eso con la dosis indispensable de humor, que Facundo le ponía a sus recitales. Como cuando sentenciaba: “Ya estoy cansado de ser este que soy. Un eterno rebelde que para confirmar su desubicación social empezó cantando canciones de protesta con Nacha Guevara en Punta del Este…para evitar intermediarios”.

Hace pocos meses, acompañado con mi esposa Silvia, me di el gusto de verlo por última vez en el ND Ateneo. Las dificultades para ver y caminar, no le impidieron dar un exquisito concierto, de donde rescato dos momentos: una frase (“No me importa tu fusil, ni el cañón de tu enemigo. Dos males no significan un bien en ningún sentido”) y una anécdota. (“Yo tenía un tío que era soldado. La persona más valiente que conocí. Sólo le tenía miedo a una cosa: a los boludos. Siempre son los más peligrosos, porque están por todas partes”).

Una canción maravillosa, contada y cantada por su autor en un brillante programa: La historia de “No soy de aquí” en “Como hice”. 

Se fue Cabral, pero dejó un legado único: el de haber vivido a su manera, siendo felíz y regalando sabiduría. Por siempre y para todas las generaciones, estará esa maravilla llamada “No soy de aquí, ni soy de allá”, donde tan bien describió su modo vagabundo de pasar por esta vida. Quedate tranquilo Facundo, que de ahora y para siempre, serás de aquí y de allá.


Historia de la elección a Jefe de Gobierno porteño (II)

Apoyado por el nóbel gobierno de Néstor Kirchner, Aníbal Ibarra logró revertir en el balotaje la derrota en primera vuelta ante Mauricio Macri y fue reelecto Jefe de Gobierno.

Aquí desarrollamos la segunda parte, complemento de la primera: https://lasimagenesretro.wordpress.com/2011/07/05/historia-de-la-eleccion-a-jefe-de-gobierno-porteno-i/

Entre la elección a Jefe de Gobierno de 2000 y la siguiente, en 2003, pasaron mucho más que 3 años. En el medio se produjo el tsunami institucional que arrasó a buena parte de nuestro país, con el corralito, el “que se vayan todos”, las cuasi monedas y, nada más y nada menos, ¡que 6 Presidentes!

En medio del caos de fines de 2001 se recortó la figura de Nito Artaza, encabezando el justo reclamo de los ahorristas. En ese momento, sostuvo que lo hacía como un ciudadano más y que no se iba a meter en el mundo de la política. Dos años después fue candidato de la UCR…

En agosto de 2003, Aníbal Ibarra (que había llegado al máximo cargo capitalino por la Alianza, coalición que sólo permanecía en las pesadillas de los ciudadanos) capeó el temporal 2001/02 y fue por su reelección, pero por una nueva agrupación, que en realidad fue un conjunto de partidos, con la clara impronta y el apoyo del naciente gobierno de Néstor Kirchner.

Aníbal llegó a Jefe de Gobierno con la Alianza, que se desmembró a fines de 2001. Dos años más tarde, logró su reelección con esta agrupación, que no sería la última de su carrera polítca.

Como su más claro contrincante se erigió Mauricio Macri, en su primera aparición en la política, encabezando la lista de Compromiso para el cambio, que fue la vencedora de los comicios del 24 de agosto, pero su porcentaje de 37,55% no fue suficiente y debió ir a balotaje con el binomio Ibarra – Telerman. En tercer lugar, en una excelente elección se ubicó Luis Zamora, con el 12% de los votos.

Primera aparición de Mauricio Macri en política. Ganó en primera vuelta, pero perdió en el balotaje. Lo secundó, como siempre, Horacio Rodríguez Larreta.

Tres semanas más tarde tuvo lugar la segunda vuelta, donde la dupla apoyada por el kirchnerismo retuvo la alcaldía por poco más de 7 puntos.

Sonrientes y felices, Jorge Telerman y Aníbal Ibarra se confunden en un abrazo, luego de la victoria. Tras el episodio Cromañón, lo que se confundieron fueron los “tantos” y el bueno de Jorge le cuidó el sillón a Aníbal…

A fines del año siguiente se produjo una de las tragedias más grandes de la historia argentina. En medio de un recital del grupo “Callejeros”, una bengala incendió buena parte del local, produciéndose centenares de muertos. Esto desemboco en el juicio político y posterior destitución de Aníbal Ibarra. Su compañero de fórmula, Jorge Telerman, lo acompañó, pero solo hasta la puerta de salida y se quedó con el sillón de Jefe de Gobierno.

Mauricio Macri baila sobre el escenario festejando el triunfo. En segunda vuelta superó ampliamente a Daniel Filmus y se consagró Jefe de Gobierno. Se iniciaba la era PRO en la ciudad.

Completó el mandato hasta su finalización y fue por su reelección en los comicios de junio de 2007. Secundado por Enrique Olivera sólo alcanzó el 20,70% de los sufragios, quedando fuera del balotaje que disputaron los dos primeros: Mauricio Macri – Gabriela Michetti (45,62%) y Daniel Filmus – Carlos Heller (23,77).

La boleta ganadora. Con ella, Mauricio Macri y Gabriela Michetti se convertían en el cuarto binomio en gobernar la ciudad autónoma de Buenos Aires.

Esta última fórmula fue la presentada por el Frente parala Victoria, en los últimos meses del mandato de Néstor Kirchner. Aníbal Ibarra no se resignó y logró su banca como diputado de la ciudad, compartiendo una colectora de aquellos bajo el nombre de “Diálogo por Buenos Aires”.

Caso para el análisis el de Ibarra: Participó de las 4 elecciones para Jefe de Gobierno y siempre por una agrupación distinta: 1996 con el Frepaso, 2000 conla Alianza, 2003 con Fuerza Porteña y 2007 con Diálogo por Buenos Aires. Un verdadero ejemplo de transversalidad (¿’), de progresismo (¿?). Quizás sea un nuevo progresismo, más pragmático, en el que no importa ser apoyado porla Ucedeo por el Kirchnerismo, o por quien sea. Lo importante es estar…

Una más de Ibarra, el hombre récord, el que estuvo en todas las elecciones para Jefe de Gobierno, ya que se como candidato a vice, encabezando la lista o para diputado. Y siempre con distinta agrupación. ¡Para el Guinness!

Las elecciones fueron ganadas por Mauricio Macri, quien actualmente es el Jefe de Gobierno y va por su reelección. Varias reflexiones y lecturas quedan por hacer, sobre todo, por esta dirigencia que tenemos los argentinos. ¿Son políticos de verdad? ¿Saben que es representar a quienes los votan? Cada vez más, parecen ser exponentes de un enorme ego, sin importar lo que piensan los demás.

Daniel Filmus, un hombre inteligente y capaz, reconoce su derrota y cumple con la disciplina partidaria. Se hace cargo y trata de no involucrar a Néstor Kirchner.

Esa es, para mí, la gran coincidencia entre todos. ¡Por fin encontramos un punto de acuerdo en nuestros políticos! ¿Hay algo que celebrar?