Monthly Archives: May 2011

Las cíclicas malas rachas de Boca con los penales

El lateral derecho de Platense López Turitich, enfundado en el verde buzo del arquero expulsado (Puentedura) se arroja sobre su derecha, entra en la historia y contiene el remate del gran Fernando Morena.

En el partido que Boca le ganó en la “bombonera” a Newell`s por1 a0, Martín Palermo malogró su tercer penal consecutivo. Este no es un hecho extraño para el fantástico goleador (recordar los tres que falló en un mismo partido ante Colombia), pero tampoco lo es para los “xeneizes”, que en sus últimas décadas han atravesado este tipo de rachas desde los 12 pasos.

Podemos ubicarnos en el Metro 1982. Luego de un irregular comienzo, venció en forma sucesiva a los tres mejores equipos (Independiente – Estudiantes y Ferro). A la fecha siguiente visitó a Sarmiento, que estaba último y no había ganado ninguno de los 25 partidos disputados. Ganaba por1 a0 y le dieron un penal. Se pelearon Hugo Alves y Berta, quien finalmente ejecutó y su disparo fue atajado por Juan Carlos Benítez. El cuadro de Junín se impuso por2 a1… Siete días más tarde, era la gran chance de seguir en la pelea, ante Instituto en la “bombonera”. Pero Carlos Munutti entró en la historia al atajarle dos penales al brillante Miguel Ángel Brindisi.

El 05.12.1982, Carlos Munutti acapara todas las miradas (y el micrófono de Roberto Leto para Sport 80) al contenerle dos penales a Miguel Brindisi en la “bombonera”.

Para la temporada 1985/86, Boca volvió a jugar en su estadio. Ramón Centurión, goleador comparado a Unión de Santa Fe comenzó de la mejor manera, con 6 tantos en los primeros partidos. Pero a continuación la racha se dio vuelta y le atajaron tres penales consecutivos (Tursi de Ferro, Gay de Huracán y Morón de Unión), como comienzo del fin de su relación con la hinchada, que terminó muy mal. Al punto que pocos meses después emigró. . . a River.

En la temporada 1995/96 Boca vivió el regreso de Diego Maradona. El apertura 1995 se le escapó de manera increíble, pero para el Clausura 1996, con la contratación de Bilardo como entrenador, las cosas parecían que le iban a sonreír. Nada de eso. Fueron más los conflictos que los momentos buenos y, como si fuera poco, Diego malogró ¡5! penales en forma consecutiva: dos desviados (Newell´s y River) y tres atajados (Labarre de Belgrano, Castellano de Central e Ignacio “Nacho” González de Racing).

Al regreso de una exótica gira por China, Boca se jugaba las chances que le quedaban ante Racing en Avellaneda. Ignacio González, en brillante intervención, desvía el penal de Maradona y los deja fuera de competencia.

El torneo Clausura 1998 fue un verdadero “vía crucis” con la conducción de Héctor Veira, con muchas derrotas y malas actuaciones. Uno de los puntos más bajos ocurrió una noche en la “bombonera” ante Gimnasia de Jujuy, cuando Hernán Castellano, arquero de los visitantes, se lució al atajar dos penales de distintos ejecutores: Diego Latorre y Aníbal Matellán.

Tan buen atajador de penales como de discutibles actitudes fuera de la cancha, Hernán Castellano tuvo su noche de gloria en la “bombonera” en marzo de 1998. Aquí se luce ante Matellán.

 


Piedra libre a las buenas ideas y a las gratas compañías

Juan Alberto Badía en su ámbito más querido. Una consola, un micrófono, un par de auriculares y la magia… 

Y volvió. Con todas las ganas, con toda la magia y con todo el amor hacia la radio. Luego de enfrentar con similares dosis de valentía y entereza ese tumor que se le detectó a fines del año pasado, Juan Alberto Badía está nuevamente en el aire, pero lo más importante: con la misma pasión de sus comienzos.

Aquellos inicios, cuando todo era más romántico, más fresco. En épocas donde la controvertida pero inigualable década del `70 daba sus primeros pasos. Esos que desandaba Juan Alberto, para ser desde el puntapié inicial, una voz única y singular.

La década del `70 corría veloz como pocas y las madrugadas eran únicas. los duendes de “Imagínate Flecha Juventud” parecían hacer posible cada noche, los sueños de sus oyentes

Enseguida llegaron los éxitos, como “Música verdad” o “Imagínate flecha juventud”, haciendo desvelar a miles de jóvenes, que clavaban la sintonía en Del Plata durante gran parte de la madrugada, para disfrutar de un exquisito repertorio, mientras el país comenzaba a navegar aguas turbulentas. Badía creó el término “vías de comunicación”, para que los oyentes fueran parte real y concreta de un programa que revolucionó su tiempo.

A comienzos de los `80, aparece por la frecuencia modulada de Rivadavia, con “Piedra libre”. Se extendió por cuatro temporadas en las mañanas, con la misma buena música de siempre, pero con el agregado de la información. Un joven integrante del equipo deportivo de la emisora, tuvo su espacio, dando las informaciones de fútbol y otras disciplinas. Un tal Marcelo Tinelli.

Muchos sostenían que la FM no iba a funcionar en Argentina. Una vez más, Badía fue un adelantado, creyó en la frecuencia modulada, y “Piedra Libre” fue un éxito.

En paralelo (1983) y por la pantalla de Canal 9, las tardes de los sábados comenzaron a teñirse con su impronta indeleble. Badía & compañía fue el grato espacio donde desfilaron los mejores cantantes y las bandas de más alto nivel de una década brillante para el rock nacional. Un cuatro de siglo después, se siguen añorando esas amenas compañías…

Fragmento de una excelente entrevista con Soda Stereo, en medio de la gira de presentación de su quinto disco “Doble Vida”. Un lujo de aquellos sábados

La época más cercana lo mostró a Badía disfrutando de su “Estudio playa” en Pinamar, haciendo un gran show en las noches de los sábados por TELEFE (“Una buena idea”) y dándole siempre su lugar a los músicos (Badía en concierto) que lo respetan como a pocos.

Para disfrutar, bien cerca en el tiempo: “Badía en concierto” por Canal 7.

Pero por sobre todas las cosas está el cariño del público. Ese juez insobornable, que te quiere o te ignora, que te sigue o te olvida. Ese amplio universo, que sin distinción de edades, reconoce en Juan Alberto Badía a un referente. Sin recurrir jamás a la grosería o al golpe bajo, cimentó una admirable carrera de 40 años. Es una alegría saber que estás otra vez rodeado de tu mejor escenografía: auriculares y micrófono, para seguir teniendo por muchos años más tu grata compañía.


25 de mayo de 1973: ¿El inicio de un sueño o el principio del fin?

Un sonriente Héctor Cámpora le estira la diestra a un adusto Alejandro Agustín Lanusse. El apretón de manos que está por llegar marcó el inicio de un nuevo ciclo en Argenina

Luego de años de proscripciones, de inhibiciones y de luchas, el peronismo volvía al poder. La fórmula integrada por Héctor Cámpora (delegado del líder en Argentina) y Vicente Solano Lima (político conservador) se había impuesto claramente en las elecciones de marzo y aquel 25 de mayo, en medio de una enorme euforia popular, asumieron sus cargos de Presidente y Vice de la Nación.

Como para que no quedaran dudas de la orientación que tendría el nuevo gobierno, los dos más destacados invitados a la ceremonia fueron los mandatarios Osvaldo Dorticós y Salvador Allenda, de Cuba y Chile respectivamente, ambos con claras tendencias de izquierda.

Desde las últimas horas de la noche anterior, mucha gente fue ocupando su lugar en la plaza de mayo. El frío no amedrentó al pueblo que se iba acercando, con la alegría de ver nuevamente a su partido en lo más alto. Pero también llegaban los representantes de la organizaciones armadas (ERP, FAP y Montoneros), que sentían como propio ese triunfo, luego de haber participado activamente de la campaña.

Se involucraron porque querían llegar al poder y así lo habían dejado en claro  desde su aparición a comienzos de la década. Ellos y Perón no tenían tantas cosas en común, pese a lo que declaraban unos y otro, pero había un gran enemigo: el régimen militar en general y el presidente de facto Alejandro Agustín Lanusse en particular.

Una escena que lamentablemente se multiplicó aquella tarde en las inmediaciones de Plaza de Mayo: violencia, autos quemados, clima de guerra. ¿Esa fue una fiesta nacional y popular?

Es bueno recordar que el viejo líder no estuvo presente y que siguió las alternativas de lo que por aquí sucedía, en su casa de Puerta de Hierro en Madrid. El marco de la histórica plaza tenía el colorido de las banderas argentinas, mezcladas con los estandartes de los guerrilleros y las insignias de los sindicatos. Una situación extraña y que (demasiado) pronto, estallaría por los aires, cobrándose muchas víctimas en la llamada “matanza de Ezeiza”.

El excelente programa documenta que conducía Román Lejman dedicó una de sus ediciones al gobierno de Héctor Cámpora. Imperdible informe con material de época

Luego de su discurso en el Congreso, sitio al que había pertenecido como diputado durante los primeros gobiernos justicialistas, Héctor Cámpora se dirigió hacia la Casa de Gobierno, donde recibió las insignias como nuevo presidente. El salón blanco parecía una unidad básica más que un recinto nacional, ya que atronaba la marcha peronista y los dedos en V se multiplicaban sin cesar.

La tapa de Crónica del 26.05.1973 es elocuente, con dos temas centrales: la asunción de Cámpora y la libertad de los presos

Ya con la banda cruzándole el pecho, recibió de manos de Lanusse el bastón y, dirigiéndose al mandatario saliente, le dijo: “Gracias por su caballerosidad”, a lo que recibió como respuesta: “El pueblo se lo merece y lo eligió a usted”.

Una nota simpática de aquella jornada: los dedos en V, que se vendían al público.

Cámpora salió al balcón y saludó a la multitud que explotó como en aquellas jornadas de gloria en la liturgia peronista. Pero el día no terminó allí. Una de las consignas en la campaña del FREJULI había sido la de aplicar una amplia amnistía sobre los presos políticos. Esta ley, como todas las de las primeras acciones de gobierno, debía ser tratado a partir del 26 de mayo en las cámaras. Tanta era la presión de los manifestantes, que se habían llegado a las puertas de la cárcel de Villa Devoto, que la situación estuvo a punto de estallar.

El secretario general del Partido Justicialista (Juan Manuel Abal Medina), junto con algunos diputados vinculados a la “tendencia”, se comunicaron con Cámpora desde el interior del penal, para solicitarle que firmara el indulto, ya que los presos políticos habían ganado la terraza del lugar. El Presidente electo accedió y allí se produjo uno de los mayores errores de nuestra historia contemporánea.

El amplio indulto decretado por Cámpora, permitió la salida indiscriminada de presos del penal de Devoto. Un grave error político con tremendas consecuencias.

Aunque parezca extraño, fue un día que tuvo más de 24 horas. Arrancó con los últimos minutos del 24 y finalizó en los primeros momentos del 26, cuando ya nadie quedaba en las cárceles del país. Para muchos, fue el inicio de un sueño, que tan solo duró 49 días (hasta la renuncia de Cámpora), para otros, fue el principio del fin, porque el mapa argentino se siguió bañando en sangre, como cruel y absurda antesala de 1976, cuya onda expansiva llega hasta nuestros días.


Chicos y grandes asustados por el fantasma del descenso (versión 1980)

En medio de un clima poco propicio, los hinchas de San Lorenzo hacían uso de su ingenio. El “ciclón” eludió al fantasma apenas una fecha antes del epílogo

Cada vez que se aproximan las fechas finales de un torneo en Argentina, siempre aparece. Para muchos es un término inadecuado, pero para otros se ajusta a la realidad. Lo cierto es que el “fantasma del descenso”, está nuevamente sobrevolando y asustando a equipos grandes y chicos, igual que ocurrió en 1980.

La revista Goles anunciaba con estruendo de catástrofe como era la situación de los implicados. Un par de perlas: verlo a Ricardo Bochini en un aviso vinculado al descenso y la presencia de José “pepe” Romero, actual técnico de All Boys, con la casaca del cuadro de Floresta

En aquel certamen, bautizado pomposamente como “Cuarto centenario de la fundación de Buenos Aires” (ex Metropolitano), se llegó a un final apasionante en las últimas posiciones, con una gran similitud con la situación que se vive actualmente.

Se acercaba el final del torneo 1980 y esta era la situación. Todos juntos, grandes y chicos, tratando de huir del “fantasma”…

En ese tiempo, no había promedios ni promociones y los 3 últimos perdían la categoría y caían en la Primera B. A pocas jornadas del epílogo, los que estaban en riesgo eran Tigre, All Boys, Quilmes, Independiente, San Lorenzo y Vélez.

San Lorenzo empató con All Boys en cancha de Ferro y sus futbolistas se retiran del estadio en medio de los reproches de los hinchas. Una situación inimaginable en 2011.

El clima se fue poniendo cada vez más complicado, sobre todo en el club de Boedo, de muy mala campaña y que nunca había estado en esa situación. En la anteúltima fecha venció a Tigre (ya descendido) en cancha de Huracán y logró salvarse, pero esa performance fue la antesala de lo que le ocurrió sólo un año más tarde.

Un joven Wálter Perazzo malogra una inmerojable situación frente a Carlos “pantera” Rodríguez, arquero identificado con Boca, a préstamo en All Boys. El cuadro de Boedo atravesaba uno de los peores momentos de su historia

En esa misma fecha, Quilmes perdió en Santa Fe con Colón y descendió junto a Tigre y All Boys. La paradoja del club del sur es que casi con el mismo plantel había sido campeón en 1978, logró regresar en 1981, fue sub campeón nacional 1982 y volvió a perder la categoría en el metro de ese mismo año.

Independiente y Vélez escaparon unas semanas antes, pero también habían sido alcanzados por los efectos del fantasma. Ese que 1980 (al igual que ahora) no distingue en grandes o chicos a la hora de asustarlos…


A 30 años de la última victoria de Reutemann

En actitud dominante, el Williams número 2 toma una curva en el circuito de Zolder el domingo 17 de mayo de 1981. Reutemann rumbo a su última victoria.

La edición 1981 del Gran Premio de Bélgica de Fórmula 1 quedó en la historia, por los conflictos reglamentarios que envolvían a la categoría, los accidentes previos a la competición, pero para los argentinos, por otro detalle fundamental: fue la última vez que lo vimos a Carlos Reutemann en el escalón más alto del podio.

La parada en el circuito de Zolder era la quinta del calendario, luego de Long Beach, Brasil, Buenos Aires e Ímola. El piloto argentino era el líder del certamen y tenía en su compañero de equipo Alan Jones y en Nelson Piquet a sus principales competidores.

Alan Jones y Nelson Piquet ya habían abandonado la carrera, dejando el camino libre al “lole”, que muy tranquilo, se pasea en solitario por Zolder, hacia un nuevo triunfo

El fin de semana no había comenzado bien para el “lole”. En la pruebas de clasificación del viernes, cuando circulaba a lenta velocidad hacia la desembocadura del callejón de boxes, embistió en forma totalmente involuntaria, al joven mecánico italiano Giovanni Amadeo, de la escudería Osella. Este quedó atrapado entre las ruedas del costado derecho del Williams y fue despedido, golpeando su cabeza contra el cordón, produciéndosele una doble fractura de cráneo, que luego le ocasionó la muerte.

Lejos de la clásica imagen de un podio victorioso, Reutemann muestra todo su dolor, por el fallecimiento de un mecánico en los boxes de Zolder

Reutemann corrió de todos modos la carrera, aunque lejos estaba de encontrarse en las mejores condiciones anímicas para afrontar el desafío. Desde el momento de la largada, quedó en tercer lugar, detrás de Piquet y Jones, quienes en sendas maniobras poco afortunadas, se despistaron y permitieron el avance del santafesino hacia la victoria.

Bélgica 1981 fue una carrera plagada de contratiempos. Aquí está la histórica imágen del mecánico de Arrows que ingresó en la pista para ayudar al auto de Patrese y salvó su vida por un milagro.

La postal que quedó de Bélgica 1981 fue el triste rostro de Reutemann en el podio, sin nada que festejar. Lo mismo que le iba a pasar a los argentinos, seguidores dela Fórumla1, que desde ese mismo momento, comenzarían a desandar 30 años (por ahora y ¿hasta cuando?) sin triunfos de un compatriota en la máxima categoría. Un agridulce recuerdo de un grande. Gracias por aquellas inolvidables mañanas de domingo, donde te seguimos por la tele y la radio. El tiempo, insobornable juez, te ubicó donde te merecías, “lole”: en el pedestal de los mejores deportistas argentinos de todos la historia.

NOTA: Un agradecimiento muy especial al querido y respetado colega Fernando Tornello, por los datos y las anécdotas. Un gran periodista, admirable por su conocimiento y humildad, que vivió toda aquella época.


¡Síganme! No los voy a defraudar

Tapa del Clarín del lunes 15.05.1989. Confirmando las encuestas previas, Carlos Menem es elegido Presidente superando a Eduardo Angeloz.

Luego de cinco años y medio de gobierno radical, el 14 de mayo de 1989, los argentinos concurrieron a las urnas para elegir nuevo Presidente. Por el oficialismo, el candidato era el Gobernador de Córdoba, Eduardo Angeloz, mientras que su símil deLa Rioja, Carlos Saúl Menem, encabezada la lista del Partido Justicialista (rebautizado FREJUPO).

La boleta ganadora, sin utilizar el nombre del Partido Justicialista. Los dos primeros candidatos a electores, personas tan disímiles como el neurocirujano Raúl Matera y el Secretario General de la CGT, Saúl Edolver Ubaldini

El clima no podía ser más complejo para el radical, ya que la situación social era la peor en muchos años, con hiperinflación, remarcaciones de precios y saqueos cotidianos en comercios de casi todo el país. El fracaso de los planes económicos (bautizados Austral y Primavera) habían redundado en un estado de virtual desgobierno.

La boleta del oficialismo. El entonces presidente de Boca Juniors, Antonio Alegre, fue el primer candidato a elector. El número 3 que le había dado suerte en 1983, no repitió seis años después.

En julio del año anterior, y ante la sorpresa de muchos, Carlos Menem fue consagrado candidato al vencer en la interna a Antonio Cafiero. Durante su campaña a presidente, hizo permanente hincapié en los postulados del General Perón, con enfervorizados discursos que prometían “el salariazo” y “la revolución productiva”.

El martes 9 de mayo, en los estudios del (por entonces) casi nebuloso Canal 2 deLa Plata, en el marco de “Tiempo Nuevo” (todavía con Neustadt y Grondona en dupla), se prometía el debate de los dos candidatos. Como puede observarse en este fragmento, sólo uno concurrió, apoyado por los conductores con sus preguntas.

Tan sólo una semana más tarde, los mismos recibían con elogios al vencedor, que había sido el gran ausente de siete días antes. Imperdible el inicio, con Menem, Neustadt y Grondona avanzando entre los presentes, con el clásico “Fuga y misterio” de Piazzolla de fondo.

Perlas imperdibles de la nota. Sobre todo lo que dice el candidato ganador al 1:40…

Ante una gran afluencia de votantes, la fórmula Menem – Duhalde se impuso ante Angeloz – Casella por amplio margen. El FREJUPO fue el indiscutible vencedor, ganando en 21 de los 24 distritos, las excepciones fueron Córdoba, Chubut y Capital Federal.

Más de dos millones de votos de ventaja. Esa fue la diferencia en una elección poco reñida y con resultado “cantado” desde un par de meses antes.

Además de Presidente y Vice, también se renovaron parcialmente las cámaras, todavía con el sistema de votación indirecta, con Colegio Electoral (no se votaban candidatos, sino electores, que luego ungían a los triunfadores). Capital Federal debía renovar la banca de Senador que Fernando dela Rúa ostentaba desde 1983. El radical fue por su reelección y fue quien más votos sacó, sin embargo, no pudo asumir, ya que no contaba con el porcentual necesario. Para sorpresa de casi todos (menos los implicados, claro), quien se quedó con la banca fue el justicialista Eduardo Vaca, quien en el Colegio Electoral recibió los votos necesarios, cedidos por la tercera fuerza. Esta fue la UCeDe, cuya candidata era Maria Julia Alsogaray, como un anticipo de los acuerdos venideros entre ambos…

Clarín decía “… todo indica que sería respetado el candidato más votado”. Nada de eso ocurrió y la banca de Senador no fue para el primero, sino para el segundo.

La boleta de la Alianza de Centro. Todos quienes votaron a María Julia terminaron ayudando, por medio del Colegio Electoral (acuerdo), a la llegada de Eduardo Vaca a la a banca

Pese a ubicarse en el tercer lugar en la elección a nivel nacional, el partido de los Alsogaray, rebautizado en esta ocasión como Alianza de Centro, no tuvo la performance esperada. Sin embargo, sus principales dirigentes serían actores importantísimos en los primeros años del gobierno menemista.

Poco feliz dice una parte del título de la nota. Los rostros de las “chicas” de la UCeDé se suman al momento de incertidumbre por una elección con menor cantidad de votos que lo esperado.

Lejos de normalizarse, la situación social se agravó luego de los comicios y entonces Raúl Alfonsín anunció que dejaba el gobierno en forma anticipada, para que asumieran las nuevas autoridades, elegidas por el pueblo. Cinco meses antes de lo previsto (9 de julio en lugar de 10 de diciembre), Carlos Menem recibió la banda presidencial, siendo el primer presidente electo de su partido, luego de la muerte de su creador. Comenzaban 10 años que muy lejos estuvieron de aquellas promesas de “salariazo” y “revolución productiva”.

Momento importante para la democracia en Argentina. Luego de muchos años, un Presidente constitucional le entrega el mando a otro.

Bonus Track – Curiosidades

En el quinto lugar de lista radical de candidatos a diputados aparece Mario “pacho” O´Donnell. A la postre, funcionario del gobierno de Carlos Menem

Carlos “chacho” Álvarez ingresó a la cámara de diputados en la lista que encabezaba Menem. Al poco tiempo, se convirtió en uno de sus más férreos opositores.


Tu eres para mi lo que siempre soñé…

En los albores de aquella década (mayo de 1990), esta frase retumbaba en las radios, sobre todo en la Z95,la FM de Del Plata, que lideraba la audiencia, pasando todo el día el ritmo que estaba de moda: Music House. Quien la pronunciaba melodiosamente en su tema más famoso (¿?), no era otro que Guillermo Vilas, en su lanzamiento como cantante… 

En la noche del 11 de mayo de 1990, en el estadio Obras y en el marco de un festival denominado Ware House Party, el público pudo verlo por primera vez arriba de un escenario entonando sus propios temas, en compañía de su novia de entonces, la bella Michelle Tomasewsky.

Minutos antes de su debut como cantante, Guillermo Vilas departe en los camarines de New York City con su novia. Para “Willy” fue una carrera, en todo sentido, diametralmente opuesta a la que realizó como tenista.

Un enfervorizado grupo de jóvenes, con look de época (camisas a rayas, mucho gel en los pelos y algunas corbatas), llevan en andas al otrora gran tenista. Estimamos que hacia o desde el escenario y no con intenciones de arrojarlo a la vía pública luego de su floja performance como cantante.

Según comentó en su momento, el disco le había demandado ¡5 años de elaboración!. Bajo el original nombre de “1990”(igual al de una canción de Soda Stereo, que estaba en la placa “Canción animal”, obviamente lanzada en ese año), contenía algunas otras composiciones que no quedaron en la memoria de nadie, como “Pide lo que quieras” y “Si quieres amarla”

La tapa de un LP que quedó en la historia. Si! en la historia de lo más bizarro que se hizo en nuestro país.

Pero lo mejor llega aquí. En el, por entonces, naciente cable, el “gran Willy” accedió a esta entrevista para el programa “Informe joven”, donde ante una atractiva jovencita, respondía preguntas y contaba como era ser cantante. Para no pederse, el video con la actuación… Y si, va a ser inevitable que se te pegue: “Tu eres para mi lo que siempre soñé, tu eres para mi lo que llamo mujer”…


El triunfo de All Boys en el monumental (versión 1973)

Tomando el nombre de una exitosa película italiana estrenada el año anterior, Juvenal tituló de manera exacta en El Gráfico, lo que fue aquella hazaña de All Boys

El domingo 19 de agosto de 1973, por la 28ª fecha del torneo Metropolitano, All Boys se daba uno de sus primeros gustos grandes en la máxima categoría al vencer a River Plate en el estadio monumental por3 a1.

En la doble secuencia se puede apreciar el tercer gol de All Boys, obra de un brasileño llamado José Carlos Andrade, conocido con el seudónimo de “Zezinho”. Fue una tarde de carnaval “Albo” en Núñez.

El cuadro de Floresta estaba ubicado anteúltimo, pero con un gran actuación se quedó con la victoria. Comenzó perdiendo por un gol de Daulte de penal, pero lo revirtió con las conquistas de Cavallo y Zezinho, en dos oportunidades.

La síntesis del match. Un River con jugadores bastante extraños, de poco recorrido y menos historia con la banda roja, como Jerez, Guistozzi, Ramón Sánchez o Raúl Roa. Junto a ellos, los héroes de All Boys.


Fuera de Stock: Indumentaria deportiva ATHLETA

Fue la transferencia más cara del año 1977 en el fútbol argentino. Antes de su debut en Racing, en febrero de aquel año, Julio Ricardo Villa posa con la ajustada indumentaria Athleta.

La década del `70 trajo consigo muchos cambios, pero hubo un rubro donde las modificaciones estuvieron presentes en forma sistemática y fue en la indumentaria deportiva. El uso de los colores (algo que antes sólo se podía notar en contadas ocasiones), más el auge de algunos deportes que eran exclusivos de una elite (caso emblemático: el tenis), llevaron a que comenzaran a surgir varias marcas de ropa deportiva.

 

Un estadio de Ferro repleto es el testigo del remate de Juan José López, ante la oposición de Anastasio Malaquín, luego de dejar atrás a Pedro Larraquy. Imagen bien de los `70 de River vs Vélez, como la inscripción de Athleta en las paredes

Algunas aún persisten (Topper), otras duraron un poco más (Diportto) y las menos, fueron efímeras y están definitivamente afincadas a nuestros recuerdos de infancia y adolescencia, como Sportlandia, Deport Hit y una fugaz que nos ocupa hoy: Athleta.

 

Juan Manuel Sotelo inicia el festejo de su gol, el único de la victoria de Ferro ante Almirante Brown, decisivo para el ascenso de su equipo en el torneo de Primera B 1978. El Athleta del logo se suma a la algarabía del público local

Apareció a mediados de aquella década y hacia 1977 hizo su desembarco en el fútbol de primera división vistiendo a varios equipos: Racing, Ferro, Chacarita y Atlanta. Su logo era singular (un atleta, obvio) en aérea posición, estirando sus extremidades.

La tormenta desmiente el horario. Las luces de la cancha de Racing encendidas pese a que eran las 5 de la tarde. Rubén Glaria se lamenta ante Miguel Bordón y Alberto Vivalda de Chacarita en la fecha inicial del Metro 1977

No sólo mostró en las casacas de los clubes mencionados, sino también en la estática de sus estadios y con su nombre pintado en las paredes de las canchas.

Hermoso short de tenis, recuerdo de una marca que no quedó en el recuerdo.

Evidentemente, no fue un negocio fructífero, ya que hacia 1979 ningún equipo lucía su indumentaria y la marca fue cayendo en el olvido, del que hoy tratamos de rescatarla. Esperemos reencontrarnos con ese ágil Athleta en algún lugar de nuestra memoria.


El día que el rojo se volvió más gris…

Extrañamente sonriente, Bochini saluda a la multitud. El 5 de mayo de 1991  jugó por última vez. Un vacío que nadie pudo llenar

La tarde del domingo 5 de mayo de 1991 se presentó a los ojos de los seguidores del fútbol como una más. Nada hacía preveer que se estaba en presencia de un hecho especial, que marcaría para siempre un antes y un después para los hinchas de Independiente: el último partido de Bochini.

Sobre el final del primer tiempo, con Estudiantes ganando por 1 a0 en Avellaneda, Pablo Erbín le cometió una infracción que sacó del partido al maestro. La imagen quedó para siempre, como dolorosa muestra de algo inédito: verlo al “bocha” en camilla y fuera del campo de juego.

El césped del estadio de Avellaneda recibe la visita menos esperada: una camilla transportando a Bochini. Con aires tangueros: “ya nunca lo verán como lo vieran”. Última imagen del “Bocha” con sus mejores ropas. Las de jugador

A principios de aquel año, ya había habido amagos de dejar el fútbol, pero el genio se dio ánimo para intentar un poco más. Sentía que los conejos todavía habitaban su galera, que la sensibilidad única de sus pies debían seguir acariciando esa esfera, que para todos los mortales era una pelota de fútbol, pero que en contacto con el era como una bola de cristal.

Más de un habitante del estadio que actual e injustamente no lleva su nombre, habrá pensado “¿Y si es el final?”. El 10 ya tenía 37 años y 19 temporadas en primera, donde había dejado su destello de calidad en cada porción de terreno que piso con sus botines alados. Desde los inicios, hasta ese incierto final.

Póster genuino de los `70: Bochini dominante frente a Racing. Ante el clásico rival siempre jugó bien. La primera de las muchas tapas que tuvo en El Gráfico (marzo de 1974)

Apareció en 1972 con la timidez con la que siempre se manejó, pero poco a poco comenzó a hablarse de ese pibe que “la rompía” en Independiente. Al año siguiente conoció en persona a alguien con quien mantendría el más apasionado y vibrante de los romances: La Copa Libertadores. Con ella, él ayudó a llenar la vitrina de la sede dela Avenida Mitre hasta hacerla estallar. Pero 1973 trajo también su presentación internacional, marcando un gol inolvidable ante Juventus como visitante para quedarse con la Intercontinental.

La década del `70 lo tuvo como gran animador, con incursiones en la selección, títulos locales y las citadas Libertadores. Pero el hecho más relevante de aquel tiempo fue el golazo ante Talleres en la final del Nacional 1977, marcado el 25 de enero de 1978, día de su cumpleaños. Independiente con 8 le empató en2 alos cordobeses en su propia cancha y gritó campeón en la que es, en mi opinión, la hazaña más grande del fútbol argentino.

La década del `70 fue pródiga en aparición de números 10 en el fútbol argentino. José Daniel Valencia y Ricardo Bochini (posando aquí en la previa de la gran final del Nacional 1977) fueron dos de sus mejores exponentes.

Lo que se le negó en plenitud (1974 – 1978 – 1982), se le dio a los 32 años: jugar un mundial. En 1986 integró el plantel campeón, actuando unos minutos ante Bélgica, al lado de alguien que siempre lo llamó maestro y le confesó su admiración: un tal Diego Maradona.

A partir de los 7:30 de este compacto, el momento que el “Bocha” entra y juega unos minutos ante Bélgica.

La década del `80 marcó un “volver a vivir” para el “bocha” y para toda la mitad roja de Avellaneda, con torneos locales e internacionales, pero lo más importante fue que se lograron con la vieja mística y el estilo Independiente: pelota al piso, toque y una enorme vocación ofensiva, a partir de un medio campo, que sale y alegra nuestra memoria: Giusti, Marangoni, Bochini y Burruchaga.

Una foto a todo Independiente: El estadio lleno, el Bocha feliz  y la CopaLibertadores. Aquellos años felices…

Sobre el final del cuento, se dio el gusto de ser otra vez campeón (temporada 1988/89), pero todos sabíamos que la magia se estaba extinguiendo. En un rincón del vestuario quedaron la galera, la varita y la camiseta roja con el 10. Los dos primeros elementos nadie los volvió a usar, mientras que el tercero a ninguno le calzó como a el. Como un designio del destino, desde1991 ala fecha, Independiente ha cosechado muchos más sinsabores que alegrías. El duende del “bocha” siempre está listo para volver, por ahora desandando la calle que lleva su nombre, a la vera del estadio, esperando que se haga justicia y se llame RICARDO ENRIQUE BOCHINI. Quizás de ese modo vuelva la magia y regrese la alegría. Como hincha de fútbol, gracias por todo, maestro.

Pocos jugadores quedaron tan identificados con un número como Bochini con el 10. Pero el archivo tiene estas piezas poco conocidas. A disfrutar…

1974 – Los inicios. El “bocha” alguna vez también fue al banco con el 16

1979 – Un partido poco recordado de su historia en la selección. Copa América ante Brasil en River, con el 22.

1979 – Argentinos festejó su cumpleaños a lo grande y Diego se dio el gusto de jugar con su ídolo, que lució el 8